Europa occidental, asfixiada por las altas temperaturas y los incendios
Una parte de Europa Occidental se encontraba sofocada este sábado por una ola de calor que ha causado devastadores incendios y amenaza con provocar temperaturas récord este fin de semana y el inicio de la próxima.
Los incendios eran especialmente preocupantes en España, donde una importante autopista que une Madrid con la frontera de Portugal quedó cortada desde la madrugada del sábado por un fuego que ardía en Extremadura (suroeste).
"Vamos a proceder a la apertura de un carril" en los 20 km que permanecen cerrados de la autopista A5 "para facilitar el trasvase de personas que llevan bastante tiempo retenidas", anunció a periodistas al mediodía del sábado Nieves Villar, directora general de Protección Civil de Extremadura.
Luego de una noche complicada, los centenares de bomberos y medios terrestres y aéreos lograron "estabilizar" ese incendio en Extremadura, que amenazaba al parque nacional de Monfragüe, una zona natural protegida por su biodiversidad, indicó Villar.
Decenas de incendios continuaban ardiendo este sábado en España, bajo una ola de calor con temperaturas extremas desde hace casi una semana, uno de los más preocupantes en la Sierra de Mijas (Andalucía, sur), que obligó a desalojar preventivamente a más de 3.000 personas, según las autoridades locales.
- Incendios en Portugal, Francia, Grecia - Después de días difíciles, la situación en Portugal mejoraba levemente este sábado, con solo un incendio activo de importancia, en el norte del país, entre las comunas de Baiao y Amarante.
Al mediodía, el fuego progresaba al menos en un frente, en la ladera de una colina boscosa en esta región montañosa ubicada cerca del río Duero, constataron periodistas de la AFP.
La víspera, falleció un piloto de un avión contraincendios que se estrelló en la región de Guarda (norte).
Según Protección Civil, los incendios han dejado al menos dos muertos y sesenta heridos en las últimas semanas y las llamas ha calcinado entre 12.000 y 15.000 hectáreas.
En el sur de Francia, los bomberos seguían luchando contra varios incendios, en particular en el departamento de Gironda, donde casi 9.000 hectáreas de bosque han sido pasto del fuego desde el martes, bajo una ola de calor que podría llevar las temperaturas a 40°C en algunos puntos, según la agencia Météo-France.
Los esfuerzos dieron sus frutos en Teste-de-Buch, donde el fuego ha sido contenido aunque sigue sin estar "bajo control", dijo a la prensa el subprefecto de Arcachon, Ronan Léaustic.
Los incendios en esta zona de Francia, que han movilizado a más de mil bomberos, mantienen preventivamente a 10.000 personas fuera de sus casas desde el martes.
En Grecia, los bomberos combatían un fuego declarado el viernes en la isla de Creta, donde fueron evacuadas siete poblaciones rurales.
- Reino Unido se prepara para lo peor - Aunque el pico de la ola de calor parecía haber pasado en España, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) advertía que será recién el lunes cuando bajen un poco las temperaturas, que este sábado continuarán sobre los 40 ºC en muchas regiones y de hasta 44 ºC en zonas puntuales.
En Portugal, solo la región sureña del Algarve se salvaba de estar bajo alerta por el calor. En otras partes del país se esperaban 42 ºC.
Más al norte de Europa, en Reino Unido, un comité de crisis integrado por ministros del gobierno tiene previsto reunirse este sábado después de que la agencia meteorológica nacional emitiera la primera "alerta roja" por calor extremo, advirtiendo de un "riesgo para la vida".
La Met Office prevé que en el sur de Inglaterra las temperaturas puedan alcanzar entre lunes y martes por primera vez los 40°C, batiendo el récord del país de 38,7°C que data de 2019.
El alcalde de Londres, Sadiq Khan, aconsejó a los londinenses no utilizar el transporte público salvo en caso de absoluta necesidad y algunas escuelas anunciaron que permanecerán cerradas en el sur de Inglaterra mientras los termómetros sigan tan elevados.
Esta es la segunda ola de calor que golpea Europa en menos de un mes, unos fenómenos que se están volviendo más frecuentes e intensos azuzados por el cambio climático, según científicos.