Los narcotraficantes mejoran sus medios con drones aéreos y semisumergibles
Estos "drones submarinos", son una especie de tabla de surf que viaja por la superficie de agua, con un depósito en su parte inferior con capacidad para transportar entre 150 y 200 kilos de carga.
La Policía española desmanteló una organización dedicada a suministrar a redes de narcotráfico de distintos países drones aéreos y semisumergibles, nuevos sistemas para transportar hasta 200 kilos de droga.
La operación, que se desarrolló en la provincia de Cádiz (sur) se saldó con ocho detenidos, entre ellos, un padre y un hijo con conocimientos tecnológicos para desarrollar esos sofisticados vehículos no tripulados, informó este lunes la Policía.
Las investigaciones comenzaron en abril de 2021, cuando la Policía francesa alertó a la española de que en la localidad de Castellar de la Frontera (Cádiz) había una organización que había suministrado a redes galas vehículos preparados y sofisticados artilugios para transportar droga.
Los agentes detectaron unas naves industriales sin aparente actividad que podían servir de talleres de la organización y comprobaron cómo los sospechosos recibían visitas de organizaciones criminales de distintas zonas de España y de otros países europeos como Italia, Francia o Dinarmarca.
En los registros, la Policía intervino diez vehículos y seis drones de gran tamaño con hasta 12 motores y autonomía para 30 kilómetros, suficientes para cruzar de forma autónoma el Estrecho de Gibratar, además de droga y dinero en efectivo.
También se incautaron de tres semisumergibles no tripulados, uno terminado y dos en fase de construcción, que iban a ser entregados a una organización francesa para el transporte de cocaína.
Estos aparatos, conocidos como "drones submarinos", son una especie de tabla de surf que viaja por la superficie de agua, con un depósito en su parte inferior con capacidad para transportar entre 150 y 200 kilos de carga.
Es la primera ocasión en la que se han intervenido este tipo de vehículos.
Ambos aparatos, con dispositivos GPS, podían ser operados por los narcotraficantes desde cualquier lugar a través de distintos dispositivos, con los que se controla la salida, la ruta y la llegada hasta un punto, donde se recogería el cargamento.
En las pesquisas, los agentes identificaron también a varios ciudadanos marroquíes y daneses que estarían enviando desde el sur de España importantes cantidades de hachís hacía el norte de Europa, destinadas a las organizaciones criminales de origen magrebí conocidas como "Mocro-maffia".
Según la Policía, esta operación muestra que los narcotraficantes están sofisticando sus medios "con un nivel tecnológico altísimo" para tratar de "burlar" a los agentes.
Además, creen que la red llevaba dos años trabajando en el diseño de estos drones, y que han sido interceptados antes de que estuvieran operativos.