Ocho bandas delictivas de Ecuador apuestan por una tregua en las cárceles

Archivo - Traslado de cabecillas de bandas desde la prisión de Santo Domingo, en Ecuador.

Archivo - Traslado de cabecillas de bandas desde la prisión de Santo Domingo, en Ecuador.

Un total de ocho bandas delictivas de Ecuador han expresado su voluntad de alcanzar una tregua en las cárceles como fruto de la Comisión de Diálogo Penitenciario y Pacificación impulsada por el Ejecutivo en diciembre de 2021.

A lo largo de este tiempo se ha logrado que hasta ocho bandas hayan apostado públicamente por una tregua que deje de lado la violencia en los centros penitenciarios. Estas son: Los Lobos, Los Tiguerones, Chone Killer, Latin Kings, Los Lagartos, R7, Los Choneros y Los Águilas.

La Comisión de Pacificación concluyó oficialmente su gestión a mediados de junio, momento en el que entregó el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, un informe final. En dicho documento se explicaba que aunque no se había alcanzado un acuerdo de paz definitivo, sí se contaba con la voluntad de una tregua, según recoge el diario 'El Comercio'.

Si bien es cierto que esto no asegura que no se vayan a producir nuevos incidentes, desde la Comisión consideran que es "un inicio" para lograr la paz en las cárceles, algo que se reconoce que "no se ha logrado".

Entre sus conclusiones, la Comisión ha apuntado que los actos violentos en las cárceles se producen, en gran parte, debido a las condiciones de hacinamiento, a las luchas territoriales y el control de drogas y armas.

Con este caldo de cultivo, la corrupción en el seno de los centros también juega un rol importante, pues permite el ingreso de pistolas, cuchillos, granadas y otro tipo de objetos peligrosos que se emplean en las revueltas y motines.

Finalmente, el texto incide en la necesidad de "restituir la dignidad de las personas privadas de libertad y también sus condiciones cotidianas de vida", para lo que se enumeran hasta 27 propuesta para la consecución de estos objetivos.

El Gobierno apostó por crear esta comisión -integrada por expertos internacionales, nacionales, miembros de la sociedad civil, de la Iglesia y académicos-- en un contexto de crisis fuertemente marcado por las masacres carcelarias.

Durante este periodo, los miembros de la Comisión han estado visitando los centros penitenciarios del país y han conversado con los presos, incluyendo a los cabecillas de organizaciones delictivas.