La naturaleza, una fuente inagotable de inspiración artística

La muestra presenta cerca de 400 obras artísticas y científicas procedentes de 90 prestamistas distintos y de diversos países

Foto: Chaumet.

Foto: Chaumet.

París rinde homenaje al mundo vegetal en una exposición, organizada por la casa de joyería Chaumet y el Museo de Bellas Artes, que explora la fuente de inspiración de la naturaleza para la ciencia y la creación artística.

La muestra, que abrió sus puertas el pasado jueves y hasta el próximo 4 de septiembre, presenta cerca de 400 obras artísticas y científicas procedentes de 90 prestamistas distintos y de diversos países, desde coleccionistas privados hasta museos nacionales y los propios archivos de la casa Chaumet, fundada en 1780.

La fragilidad de muchas de las obras hace imposible su itinerancia, explicó a EFE el botanista Marc Jeanson, comisario de la exposición, que solo se podrá ver en París.

"Es una forma de magnificar y poner el foco en la inmensa belleza del mundo vegetal que pudo inspirar a Chaumet así como muchos otros artistas y otras casas de joyería cuyas obras son presentadas en la exposición", señala Jeanson en la presentación a la prensa de la muestra, a orillas del Sena.

El mundo vegetal es homenajeado con una larga variedad de obras, desde pinturas, como los Nenúfares de Claude Monet, objetos decorativos, libros de dibujo, tiaras, colares, abanicos, tapices, entre las creaciones más destacadas.

Conmueve leer la carta del arquitecto Charles Garnier, que erigió el célebre palacio de la Ópera de París que lleva su nombre, a un vecino inquieto por el futuro de un olmo que se encontraba en las inmediaciones de la obra, a finales del siglo XIX.

"Le aseguro que no tengo en ningún modo la intención (de talarlo), pues encuentro que los árboles son más bellos que los monumentos y que la arquitectura del Señor es mejor que la de los arquitectos", le respondió Garnier.

La exposición encuentra un eco particular en un momento en el que adquiere protagonismo el debate sobre el lugar de la biodiversidad en nuestra sociedad y se replantean los vínculos entre el hombre y la naturaleza.

"La intención es decir que las plantas son útiles para vivir pero también esenciales para la belleza del mundo y del ambiente en el que vivimos", apunta Jeanson.

De ahí que el botanista haya querido recuperar objetos de decoración e imágenes de la influencia de la naturaleza en la arquitectura, entornos que nos rodean a diario, con influencia tanto en la cultura occidental como la oriental.

"Conservar la biodiversidad solo puede hacerse a partir de la observación y la descripción. Es inútil intentar preservar un mundo que no somos capaces de ver o identificar. La exposición es una inyección para decir a nuestros visitantes: ¡Mirad la belleza del mundo vegetal!", proclama el comisario.

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