Europa

Zelenskyy espera delegación EEUU; Mariúpol sigue bajo fuego

Esperan la visita del secretario de Estado, Antony Blinken, y el secretario de Defensa, Lloyd Austin.

Un soldado ucraniano enciende velas en la Catedral Volodymysky durante la celebración de la Pascua en Kiev, Ucrania, el domingo 24 de abril de 2022. (Foto AP/Efrem Lukatsky)

El líder de Ucrania solicitó armas occidentales más potentes mientras se preparaba para reunirse el domingo con altos funcionarios estadounidenses en la capital del país devastado por la guerra. Por su parte, las fuerzas rusas concentraban sus ataques en el este, incluido el intento de desalojar a las últimas tropas ucranianas que resistían en la devastada ciudad portuaria de Mariúpol.

El presidente Volodymyr Zelenskyy anunció la visita del secretario de Estado, Antony Blinken, y el secretario de Defensa, Lloyd Austin, durante una larga conferencia de prensa el sábado por la noche en una estación de metro de Kiev. La Casa Blanca no ha comentado.

Zelenskyy dijo que buscaba que la visita de los estadounidenses produzca resultados, tanto en términos de armas como de garantías de seguridad. “No puedes llegar con las manos vacías, y no solo esperamos regalos o algún tipo de pasteles, esperamos cosas específicas y armas específicas”, dijo.

La visita sería la primera de dignatarios estadounidenses de alto nivel a la capital ucraniana desde que comenzó la invasión el 24 de febrero. Cuando visitó Polonia en marzo, Blinken pisó brevemente suelo ucraniano para reunirse con el ministro de Exteriores del país. La última reunión en persona de Zelenskyy con un miembro del gobierno estadounidense fue el 19 de febrero, cuando se entrevistó con la vicepresidenta, Kamala Harris.

La reunión coincide mientras rusos y ucranianos celebran la Pascua Ortodoxa, cuando los fieles celebran la resurrección de Jesús, considerada la fiesta más alegre del calendario cristiano.

Hablando el domingo desde la antigua Catedral de Santa Sofía, Zelenskyy, quien es judío, destacó el significado alegórico de la ocasión para una nación destrozada por casi dos meses de guerra.

“El gran feriado de hoy nos da una gran esperanza y una fe inamovible en que la luz superará a la oscuridad, el bien superará al mal, la vida superará a la muerte, y por lo tanto, sin duda, ¡Ucrania vencerá!”.

Rusia lleva dos meses tratando de tomar Mariúpol y la ciudad en el Mar de Azov ha sufrido algunas de las peores privaciones de la guerra. Su captura privaría a Ucrania de un puerto vital, liberaría tropas rusas para combatir en otros lugares y establecería una conexión terrestre con la Península de Crimea, que Moscú se anexionó en 2014.

Unos 2.000 soldados han combatido con tenacidad para defender el último baluarte ucraniano en la ciudad, la planta de acero de Azovstal, que también alberga civiles refugiados en su laberíntico sistema de túneles.

Las fuerzas rusas siguen atacando la planta con ataques aéreos, lo que incluye ataques de largo alcance, según dijo el domingo Oleksandr Shtupun, vocero del estado mayor ucraniano.

Mariúpol lleva asediada la mayor parte de la guerra. Las autoridades ucranianas han dicho que esperan encontrar miles de civiles muertos y pruebas de crímenes de guerra cuando terminen los combates. Imágenes de satélite han mostrado lo que parecen ser fosas comunes excavadas en poblados al oeste y este de Mariúpol.

En el último día, Rusia también continuó sus ataques en otros puntos de la región oriental de Donbás, el corazón industrial de Ucrania, donde separatistas con apoyo de Moscú controlaban territorio antes de la guerra y que los rusos quieren por controlar por completo.