Emiratos trata de allanar el camino para el regreso del presidente sirio al mundo árabe

Al recibir por sorpresa al presidente sirio Bashar al-Asad el viernes, Emiratos Árabes Unidos trata de allanar el camino para el regreso de Siria al mundo árabe tras años de exclusión, según los expertos.

El encuentro entre al-Asad y el dirigente de los Emiratos, el príncipe heredero de Abu Dabi, Mohamed bin Zayed, fue el primero en un país árabe desde 2011, fecha en que inició la guerra en Siria, que dejó medio millón de muertos y millones de desplazados.

El régimen de Al-Asad, acusado de "crímenes contra la humanidad" y considerado un paria por Occidente, es objeto de sanciones que han reducido considerablemente sus vínculos económicos con el resto del mundo.

A finales de 2011, Siria fue excluido de la Liga Árabe, cuando todos los países árabes se opusieron a la represión por parte del gobierno de las protestas pacíficas y prodemocracia en el país.

En 2012, Emiratos y otras cuatro monarquías árabes del Golfo -- Arabia Saudita, Kuwait, Baréin y Catar -- rompieron también sus relaciones con Siria tras acusar a Al-Asad de "matar a su pueblo" y decidieron apoyar la oposición y los rebeldes.

Pero a finales de 2018, tras sucesivas victorias del poder sirio apoyado militarmente por su aliado ruso, Emiratos fue la primera monarquía del Golfo en reabrir su embajada en Damasco.

En 2021, este acercamiento culminó con la visita del jefe de la diplomacia emiratí a la capital siria.

"Líder del mundo árabe"

Emiratos "se considera como un líder del mundo árabe y lanza iniciativas con la esperanza de que otros seguirán el paso (...) Hacen presión para un regreso de Siria en el mundo árabe, independientemente del papel del régimen en la muerte y el desplazamiento de muchos sirios", explica a la AFP Bader al-Saif, profesor en la universidad de Kuwait e investigador del centro de estudio Carnegie.

El politólogo Karim Emile Bitar coincide. Para él, "los Emiratos empezaron a asumir el papel de exploradores hace varios años, cuando fueron los primeros en 2018 en restablecer las relaciones diplomáticas" con el régimen de Al-Asad.

Para Basam Abu Abdalá, director del Centro de Damasco para estudios estratégicos, el poder de Al-Asad busca, además de un acercamiento político, reactivar los vínculos económicos.

Siria necesita miles de millones de dólares para reconstruir el país y sus infraestructuras devastadas por la guerra. Y para relanzar la economía.

"Siria enfrente grandes desafíos económicos y necesita el apoyo de países árabes", dice a la AFP.

Relaciones con Rusia

Así, la visita del mandatario sirio a Emiratos, después de que el jefe de la diplomacia emiratí viajara a Moscú, es significativa.

Al-Asad es un aliado clave de Rusia y "los emiratíes ven en él una oportunidad de negociar una nueva realidad en Oriente Medio, que estabilizaría la región porque Asad ganó su guerra civil y es apoyado por una potencia nuclear", opina Nicholas Heras, del Newlines Institute.

Los Emiratos, incluso si con un socio regional estratégico de Washington, "ven a Rusia como un actor importante en Oriente Medio en los próximos años y una potencia exterior más predecible que los estadounidenses", agrega.

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