Ucrania: amplían toque de queda ante presión rusa sobre Kiev
RUSIA SOSTIENE QUE SU OFENSIVA ESTÁ DIRIGIDA ÚNICAMENTE A OBJETIVOS MILITARES
Las tropas rusas se acercaban a la capital de Ucrania el sábado tras una noche de explosiones y combates callejeros que llevaron a los residentes en Kiev a refugiarse bajo tierra.
El presidente del país rechazó una oferta de Estados Unidos para ser evacuado e insistió en que se quedaría. “La lucha está aquí”, dijo Volodymyr Zelenskyy.
No estaba claro hasta dónde han avanzado los soldados rusos. Las autoridades ucranianas reportaron algunos éxitos en su defensa, pero los combates continuaban en la capital.
Las escaramuzas registradas en las afueras sugerían que pequeñas unidades rusas estarían intentando abrir camino para el grueso del contingente.
Rusia sostiene que su ofensiva está dirigida únicamente a objetivos militares, pero la mayor guerra terrestre en Europa desde la Segunda Guerra Mundial ha causado bajas y heridos civiles.
Un misil alcanzó un edificio de departamentos en el extremo suroccidental de Kiev, cerca de uno de sus dos aeropuertos comerciales, dijo el alcalde Vitali Klitchsko.
El proyectil provocó un agujero en uno de los laterales del inmueble y destrozó viviendas en varios pisos. Según un rescatista, seis civiles resultaron heridos.
El alcalde amplió el toque de queda decretado hace dos días desde las 17:00 hasta las 08:00 horas (antes iba de 22:00 a 07:00) con efecto inmediato.
“Todos los civiles que estén en la calle durante el toque de queda serán considerados miembros de los grupos de reconocimiento y sabotaje del enemigo”, aseguró Klitschko.
El conflicto ha llevado a cientos de miles de ucranianos a abandonar sus casas. Funcionarios de Naciones Unidas dijeron que más de 120.000 huyeron a Polonia, Moldavia y a otras naciones vecinas, y apuntan que la cifra podría llegar a los cuatro millones si la situación empeora.
Los enfrentamientos callejeros del sábado siguen a dos días de combates que causaron cientos de fallecidos y destrozaron puentes, escuelas y edificios residenciales.
Los funcionarios estadounidenses creen que el presidente ruso, Vladimir Putin, está decidido a derrocar al gobierno de Ucrania y a reemplazarlo con su propio régimen.
En la confusión de la guerra, no estaba claro qué partes del país están bajo control ucraniano y cuáles están en manos rusas. Pero tanto las autoridades ucranianas como las occidentales han asegurado que el ejército ha logrado ralentizar el avance ruso.
El asalto representó el esfuerzo más audaz de Putin hasta la fecha para redibujar el mapa mundial y revivir la influencia de Moscú en la época de la Guerra Fría.
La ofensiva desencadenó una oleada de esfuerzos internacionales para poner fin a la invasión, incluyendo sanciones directas al líder ruso.
Zelenskyy ofreció nuevas garantías el sábado de que el ejército hará frente a la invasión. En un desafiante video grabado en una calle en el centro de Kiev, dijo que seguía en la ciudad y desmintió las afirmaciones de que los soldados ucranianos depondrían las armas.
“No vamos a abandonar las armas. Protegeremos el país”, afirmó. “Nuestra arma es nuestra verdad, y nuestra verdad es nuestra tierra, nuestro país, nuestro hijos. Y lo defenderemos”.
En otra grabación más tarde en el día, el mandatario aseguró que el plan de Moscú para tomar la capital ucraniana rápido e instalar un gobierno pantalla no había tenido éxito. En un emotivo discurso, acusó a las fuerzas rivales de atacar zonas civiles e infraestructuras.
El paradero Zelenskyy era un secreto desde que el jueves dijo durante una conversación con líderes europeos que él era el objetivo número uno de Rusia y que podrían no volver a verlo con vida.
El gobierno estadounidense le pidió el sábado que abandonase Kiev, pero el político rechazó la oferta, según un alto funcionario de la inteligencia estadounidense con conocimiento directo de la conversación.
El funcionario dijo que el presidente ucraniano afirmó que “la lucha está aquí” y que necesitaba munición antitanque, no “un viaje”.
Por su parte, el ministro ucraniano de Salud reportó el sábado que 198 personas, incluyendo tres niños, fallecieron y más de 1.000 resultaron heridas desde el inicio de la ofensiva. No estuvo claro si el dato incluía tanto las bajas civiles como las militares.
Las autoridades ucranianas afirman que cientos de efectivos rusos han muerto en los primeros días de combates, pero Moscú no ha ofrecido datos al respecto.
Estados Unidos y otras potencias globales impusieron las sanciones más duras a Rusia mientras la invasión repercutía en la economía y en el suministro energético global, amenazando con afectar aún más a la población de a pie.
Las competiciones deportivas tomaron medidas para castigar a Rusia, y el popular concurso de la canción Eurovisión vetó su participación en las finales de mayo en Italia.
A pesar de todo, Rusia se mantuvo impasible y vetó una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que le exigía que frenase el ataque a Ucrania y retirase las tropas de inmediato. Aunque era una respuesta esperada, Washington y sus aliados alegaron que el esfuerzo evidenciaría el aislamiento internacional de Moscú.
El resultado — 11 votos a favor, uno en contra y las abstenciones de China, India y Emiratos Árabes Unidos — mostró una oposición significativa pero no total a la invasión rusa a su vecino, un país más pequeño y militarmente más débil.
La OTAN, por su parte, decidió por primera vez movilizar a parte de su fuerza de respuesta para proteger a sus miembros en el este de Europa. La alianza no dijo cuántos soldados enviará, pero señaló que sería un operativo terrestre, marítimo y aéreo.