Deslaves dejan 117 muertos y 116 desaparecidos en Brasil
La cifra de muertos por las inundaciones y los deslizamientos de tierra que afectaron a la ciudad montañosa de Petrópolis se elevó a 117 el jueves, y las autoridades locales dijeron que aún podría aumentar mucho, ya que hay 116 personas desaparecidas.
El gobierno del estado de Río de Janeiro confirmó el jueves el aumento en el número de fallecimientos, y se teme que muchas personas estén sepultadas en el lodo en la ciudad de influencia alemana, enclavada en las montañas que se encuentran cerca de la ciudad de Río de Janeiro.
Torrentes de agua y lodo arrastraron automóviles y viviendas por las calles el martes en una de las tormentas más intensas en décadas. En un video se veían dos autobuses hundiéndose en un río crecido mientras sus pasajeros salían por las ventanas, luchando por ponerse a salvo. Algunos no alcanzaron la orilla y fueron arrastrados por el agua hasta perderse de vista.
Los sobrevivientes cavaban entre los escombros para encontrar a sus seres queridos, incluso cuando parecía probable que haya más aludes en las laderas de la ciudad. Un pequeño deslave el jueves provocó una evacuación, pero no dejó heridos.
Al anochecer, la región volvió a recibir fuertes chubascos, lo que desató renovada preocupación entre los residentes y los rescatistas. Las autoridades insistieron en que los habitantes de las zonas de riesgo deben evacuar.
Rosilene Virginia dijo que su hermano logró escapar por escaso margen, y ella lo considera un milagro. Pero aún no encuentran a un amigo.
“Es muy triste ver a gente pidiendo ayuda y no tener forma de ayudar, no tener forma de hacer nada”, dijo Virginia a The Associated Press mientras un hombre la consolaba. “Es desesperante, un sentimiento de pérdida tan grande”.
Mientras algunas personas trataban de quitar el lodo, otras empezaron a enterrar a parientes. Se llevaron a cabo 17 funerales en el cementerio dañado.
La policía de Río de Janeiro informó en un comunicado el jueves que unos 200 agentes estaban verificando las listas de personas con vida, muertos y desaparecidos a través de visitas a puestos de control y albergues, así como a la morgue de la ciudad. Dijeron que habían retirado a tres personas de una lista de desaparecidos tras encontrarlas vivas en una escuela local.
“Cada detalle es importante para que podamos rastrear a las personas”, dijo Elen Souto, investigadora de la policía de Río de Janeiro. “Necesitamos que la gente informe el nombre completo de la persona desaparecida, su tarjeta de identificación, sus rasgos físicos y la ropa que llevaba puesta”.
Petrópolis, que lleva el nombre de un antiguo emperador brasileño, ha sido un refugio para quienes escapan del calor del verano y para los turistas deseosos de explorar la llamada “Ciudad Imperial”.
Su prosperidad también ha atraído a los residentes más pobres de las regiones marginadas de Río de Janeiro. Su población ha crecido de forma desordenada, instalándose en las laderas de las montañas, que ahora están cubiertas de pequeñas residencias apiñadas. Muchas están en zonas no aptas para esas estructuras y se han vuelto más vulnerables debido a la deforestación y el drenaje inadecuado.
El Departamento de Bomberos estatal dijo que en la zona cayeron 25,8 centímetros (algo más de 10 pulgadas) de lluvia en cuestión de tres horas el martes, casi tanto como el total de los últimos 30 días. El gobernador de Río de Janeiro, Claudio Castro, explicó en una conferencia de prensa que las lluvias fueron las peores registradas en Petrópolis desde 1932.
“Nadie podía predecir lluvias tan intensas como estas”, apuntó Castro. Según los meteorólogos, se esperan más precipitaciones el resto de la semana.
Casi 400 personas se quedaron sin casa y otras 24 fueron rescatadas con vida, añadió Castro. Son afortunadas, y son pocas.
Lisa Torres Machado, de 64 años, dijo que “la mano de Dios” libró a su familia de la tragedia.
“Quedó un cuartito en la casa de mi mamá y ahí se resguardó con mis dos hermanas y mi hermano”, dijo Machado, residente de Petrópolis, a la AP. “No puedo dormir. Todavía no puedo creer lo que está pasando. Hemos perdido a todos nuestros amigos”.
La región montañosa ha vivido catástrofes similares en las últimas décadas, incluida una en la que murieron más de 900 personas. Desde entonces Petrópolis presentó un plan para reducir el riesgo de deslaves, pero las obras han avanzado lentamente. El plan, anunciado en 2017, se basaba en un análisis que determinó que el 18% del territorio de la ciudad presentaba un riesgo elevado de deslaves e inundaciones.
Las autoridades dijeron que más de 180 residentes en zonas de alto riesgo están refugiados en escuelas. Se prevé que el jueves lleguen más equipos y mano de obra para ayudar en las tareas de rescate.
El presidente Jair Bolsonaro expresó su solidaridad mientras se encontraba en Rusia en un viaje oficial. Petrópolis ha declarado tres días de luto por la tragedia.
El sureste de Brasil se ha visto azotado por intensas lluvias desde que empezó el año, con más de 40 muertes en incidentes registrados en la región de Minas Gerais en enero y en Sao Paulo días más tarde ese mismo mes.