EE.UU.

Los desastres naturales, un negocio en expansión

EL AÑO 2021 FUE UNO DE LOS MÁS MORTÍFEROS Y MÁS COSTOSOS DE LA HISTORIA RECIENTE DE EE.UU.

Foto de archivo del Listín Diario.

Álvaro Blanco/EFEMiami, Estados Unidos

Más allá de una tragedia para las víctimas, lo desastres naturales, que cada vez con mayor frecuencia e intensidad se registran en el mundo, suponen un enorme empujón económico a un sector que vive sus mejores años y que estos días se reúne en Miami Beach (Florida, EE.UU.) en una boyante feria sectorial.

Según datos recientes de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de EE.UU. (NOAA, en inglés), el año 2021 fue uno de los más mortíferos y más costosos de la historia reciente del país.

Si en la década de los años 80 la cifra de desastres naturales con daños/costos superiores a los 1,000 millones de dólares era de 2.9 de media al año, con un costo de 19,000 millones al año de promedio, esas cifras se dispararon y el año pasado pasaron a 20 eventos meteorológicos extremos y un valor de 145,000 millones de dólares, el tercero más alto desde que se tienen registros.

Y esos costos millonarios van en buena medida a un sector ávido de jugosos contratos con agencias y organismos públicos, pues entre los presentes en la cita figuran personal de la NASA, la propia NOAA, el Centro Nacional de Huracanes (NHC) y la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA).

Negocio al alza

Uno de los expositores es Nick Disparti, de la empresa de equipamiento médico para equipos de salvamento y fuerzas del orden Rescue Essential, quien dijo a Efe que están "muy ocupados últimamente" debido a los huracanes y los incendios.

Precisamente citó dos de los tres desastres más costosos del año pasado, el huracán Ida (75,000 millones de dólares, según NOAA, y más de 110 muertos), y los incendios forestales que asolaron varios estados del oeste, especialmente California (10,600 millones de dólares).

Caitlin Gregory, que trabaja en una empresa que vende refugios portátiles y autónomos que se pueden desplegar en cinco minutos, se mostró igual de optimista que Disparti sobre el futuro del sector.

"Es un negocio en expansión, por supuesto", dijo a Efe mientras mostraba este refugio que se puede entregar por vía aérea a lugares remotos que han sufrido un desastre natural como el paso del huracán María por Puerto Rico en 2017.

Buena parte de la oferta en la feria está destinada a la prevención, como las barreras contra el agua de Garrison Flood Crontrol que promociona Arnon Rosan, quien dijo a Efe que con sus soluciones se podría haber evitado que el huracán Ida inundase el metro y cientos de sótanos de Nueva York y Nueva Jersey, causando la muerte a media decena de personas.

Una solución para cada desastre

Los visitantes a la feria pueden ver desde las últimas novedades en camillas para transportar heridos, sierra radiales para abrirse paso en edificios en llamas, maniquíes hiperrealistas de entrenamiento sobre cómo enfrentar heridas abiertas y sangrantes (sí, el modelo sangra) o lo último en sistemas de comunicación vía satélite y drones, muchos drones.

Uno de ellos es de la empresa española DroneTools, que muestra su "Halcón", una cámara que se monta en un dron y que sirve para "localizar objetos" y establecer por ejemplo el perímetro de incendios o derrames de petróleo y hacer seguimiento de su evolución en tiempo real y además en momentos donde los medios aéreos no pueden trabajar, como cuando no hay luz.

En esta feria se puede asistir además a ponencias y demostraciones en vivo por parte de líderes en mitigación y socorro en caso de desastres naturales o los que están detrás en los últimos avances en un variopinto número de tecnologías.

Eso fue lo que llevó al Centro de Convenciones de Miami Beach al colombiano Andrés Duque, quien dirige una empresa del sector en Florida, estado muy sensible a los impactos de los huracanes: "Es el lugar en el que hay que estar" para conocer lo último, dijo a Efe.

Y todo porque, como reconoce la NOAA, la cantidad y el costo de los desastres está aumentando con el tiempo debido a la combinación de mayor exposición (valores en riesgo), vulnerabilidad (dónde y cómo se construye) y que el cambio climático está aumentando la frecuencia.

Son, sin duda, buenas noticias para el sector.