Google pierde el recurso para evitar una multa en Francia por las "cookies"
El Consejo de Estado de Francia rechazó hoy el recurso que había presentado Google contra dos multas por un total de 100 millones de euros por no haber respetado las obligaciones que tiene para obtener el consentimiento de los usuarios por las "cookies".
En un comunicado, la máxima instancia de recurso administrativo consideró que la CNIL, el organismo francés de la actividad digital, era competente para intervenir contra el gigante de internet cuando le impuso esa sanción en diciembre de 2020.
Sobre todo, confirmó las constataciones que hizo entonces la Comisión Nacional de Informática y Libertades (CNIL) de que Google no daba "información clara y completa" a los que se conectaban a su página web, de que no obtenía su consentimiento previo y de que fallaba el sistema para oponerse a las "cookies" publicitarias.
En concreto, el examen que hizo en marzo de 2020 ese órgano de control puso en evidencia que cuando se accedía al buscador se instalaban automáticamente siete "cookies" en el ordenador del usuario y cuatro de ellos tenían una función meramente publicitaria.
El Consejo de Estado hizo notar que en agosto de 2020 la empresa modificó sus prácticas, pero a pesar de todo "siguió sin informar explícitamente al usuario sobre las finalidades de sus 'cookies' y de la forma de oponerse".
La CNIL le había reprochado igualmente al gigante estadounidense que incluso cuando se desactivaba la personalización de los anuncios, una de las "cookies" publicitarias seguía almacenada en la computadora y continuaba registrando contenidos para el buscador.
Para el Consejo de Estado, las multas impuestas no superan el límite legal y "no son desproporcionadas" teniendo en cuenta los "beneficios importantes" obtenidos gracias a los datos obtenidos por esos dispositivos y de la posición dominante de Google en Francia (con unos 47 millones de usuarios y una cuota de mercado superior al 90 %).
En enero de 2019, la CNIL ya había impuesto una multa de 50 millones de euros a Google por falta de transparencia, información incorrecta y ausencia de consentimiento en la publicidad personalizada.