La lucha contra el sida como lección de la comunidad LGTB frente al covid
Cuando comenzó la pandemia de covid-19 y el miedo y el aislamiento se propagaron, Dave Perruzza hizo un paralelismo: "Para mí era otra vez como en la epidemia de sida, nadie se lo tomaba en serio".
Este estadounidense dueño de dos bares LGTB en Washington pensó: "Bueno, pues nosotros nos lo vamos a tomar en serio".
Con la propagación de la variante ómicron en todo el mundo y las nuevas restricciones, algunos miembros de la comunidad LGTB aseguran que la experiencia de la epidemia de sida durante la década de 1980 les supuso una ventaja durante la pandemia de covid-19.
A partir de julio de 2021, Dave Perruzza exigió a sus clientes que mostraran un carné de vacunación para entrar en sus bares, populares entre la comunidad homosexual de la capital estadounidense. Se convirtió así en uno de los primeros en Washington en imponer esta regla, meses antes de que lo decidiera el ayuntamiento.
"Creo que mi generación es la última en haber visto morir a gente de sida", dijo a la AFP Dave Perruzza, de 43 años, cuyo primer novio murió a causa de la enfermedad. "No voy a permitir que la historia se repita".
La epidemia de sida causó estragos durante más de 20 años en Estados Unidos tras el hallazgo del primer caso en el país en 1981. En 2019 mató a casi 16.000 personas en territorio estadounidense.
Los principales afectados fueron hombres homosexuales y bisexuales, hombres negros y latinos y mujeres transgénero.
La crisis provocada por la propagación del VIH no fue declarada prioridad nacional por el entonces presidente Ronald Reagan hasta 1985, y el primer tratamiento data de 1987. A finales de 2000, más de 450.000 personas habían muerto de sida, según datos gubernamentales.
La misma "histeria"
La pandemia de covid-19 también trajo recuerdos dolorosos a Eric Sawyer, uno de los miembros fundadores de la asociación de lucha contra el sida ACT UP, quien perdió a una pareja debido a la enfermedad.
"La desinformación, la histeria, la difusión de mentiras descaradas y los intentos de algunas personas de responder a ellas fueron parte del problema", afirma Eric Sawyer, quien trabajó para el programa de las Naciones Unidas ONUSIDA.
"El estigma y la discriminación que enfrentan las personas que han tenido covid... es completamente análogo a la respuesta frente al VIH", dice.
Pero se han aprendido algunas lecciones. "La epidemia del VIH nos ha enseñado que la pedagogía, la detección y el acceso a métodos preventivos" pueden ser eficaces, señala Eric Sawyer.
A pesar del compromiso de la comunidad LGTB en la lucha contra el covid-19, la pandemia ha afectado a la lucha contra el sida.
Según estudios de ONUSIDA y del Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, la pandemia causó una caída del 22% en la detección en 2020, sobre todo debido a los confinamientos que provocaron el cierre de los servicios sanitarios.
"Sin miedo"
Al comienzo de la pandemia los activistas LGTB se organizaron en busca de ayuda financiera y de viviendas para personas seropositivas. También pusieron en marcha operaciones de detección de covid en centros de salud sexual y en actos LGBT.
"Gracias a las cuatro décadas de experiencia de nuestra comunidad con el VIH, entendemos los ensayos terapéuticos, entendemos los antivirales", explica a la AFP Chris Beyrer, epidemiólogo de la Universidad Johns Hopkins.
"No le tenemos miedo a la ciencia", dice. "Como comunidad, somos muy solidarios", agrega, y señala que muchas personas con VIH necesitan ayuda.
Y si muchos bares gay en Estados Unidos comenzaron a exigir prueba de vacunación en la entrada, mucho antes de que algunos estados lo hicieran, es porque "los bares LGTBQ son diferentes, un poco como casas de barrio", opina Ed Bailey.
El copropietario de los bares Trade y Number 9 de Washington, Bailey, de 55 años, señala que los bares gay han entregado preservativos y folletos sobre el VIH desde hace décadas.
"Nuestros bares son a veces el único lugar donde algunos de nuestros clientes pueden sentirse lo suficientemente a gusto como para ser ellos mismos", agrega. "Esto genera un nivel de responsabilidad completamente diferente".