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Crisis en Haití, Honduras y Venezuela pueden crear un impacto regional en 2022, dice informe internacional

El Comité Internacional de Rescate (IRC, en inglés) advirtió este miércoles en la presentación de su informe "2022 Emergency Watchlist" que las crisis que se viven actualmente en Haití, Honduras y Venezuela pueden acabar creado un impacto regional a lo largo de 2022 si no son resueltas.

Según la vicepresidenta regional para América Latina de IRC, Meghan López, las "emergencias han ido agravándose", y subrayó que "si la comunidad internacional no (las) atiende, sin duda marcarán a la región este año".

"Contribuirán a la expansión de las crisis humanitarias no solo dentro, sino más allá de sus fronteras", señaló López, algo que asegura ya se ha producido: problemas de otras naciones que se extienden a lo largo de los corredores migratorios en México y en países receptores de inmigrantes como Colombia, Ecuador y Perú.

La organización apunta a un fallo "a todos los niveles" del sistema humanitario global, y concreta que Haití, Honduras y Venezuela acumulan ya 15 millones de personas que necesitan ayuda.

En concreto, IRC apunta que en Haití, los asesinatos y secuestros han seguido aumentando y que el 40 % de la capital está controlada por grupos criminales, que además tienen control sobre puertos y rutas de transporte, y bloquean el flujo de bienes esenciales y ayuda humanitaria.

En Honduras, considerado el país más peligroso de la región, la tasa de homicidios ha subido hasta 38 por cada 100.000 habitantes en 2020, unas cifras que están obligando a miles de personas a huir del país.

En Venezuela, los enfrentamientos entre fuerzas nacionales y grupos criminales colombianos, así como entre grupos armados, aumentaron en 2021 y, según IRC, es probable que continúe desplazando a personas en 2022.

También se espera que la pandemia del coronavirus afecte notablemente a estas tres naciones este año, especialmente a Haití por la disminución de las remesas debido a la desaceleración económica, y a Honduras, donde su infraestructura sanitaria es deficiente y donde solo un 40 % de la población está totalmente vacunada.

El informe global "2022 Emergency Watchlist" señala asimismo que en total, se estima que unas 41 millones de personas en 43 países están al borde de una hambruna, una situación motivada esencialmente por diferentes conflictos, el cambio climático y la pandemia del coronavirus, que ha retrasado el progreso hacia el fin del hambre al menos 5 años.

IRC apunta además que el número de desplazados a nivel mundial nunca ha sido mayor al alcanzar las 80 millones de personas, de los cuales 50 millones se han desplazado dentro de su propio país de origen, y 30 millones se han visto forzados a atravesar fronteras internacionales.

Desde 2011, el número de desplazados internos ha aumentado un 230 %, mientras que el de desplazados internacionales ha subido un 160 %.