Indigna en Israel el presunto uso de Pegasus por la policía
Los legisladores israelíes pidieron el martes una investigación parlamentaria sobre el presunto uso por parte de la policía de un sofisticado software de espionaje contra ciudadanos israelíes, entre ellos manifestantes opuestos al ex primer ministro Benjamin Netanyahu, después de un informe periodístico sobre dicha vigilancia.
El periódico de negocios en idioma hebreo Calcalist informó que en 2020 la policía usó el software de espionaje Pegasus, de la firma NSO Group, para espiar a los líderes de las protestas contra Netanyahu, quien era entonces primer ministro. Agregó que la policía también hackeó los teléfonos de dos alcaldes en funciones sospechosos de corrupción y muchos otros ciudadanos israelíes, todo sin una orden judicial o la supervisión de un juez.
La policía israelí negó las acusaciones y aseguró que ha operado de acuerdo con la ley. Por su parte, NSO Group dijo que no identifica a sus clientes.
El sofisticado software de espionaje creado por la compañía israelí ha sido relacionado con el espionaje contra activistas de derechos humanos, periodistas y políticos, desde Arabia Saudí hasta México. Estados Unidos ha prohibido al grupo tener acceso a la tecnología estadounidense, alegando que sus productos han sido utilizados por gobiernos represivos.
La compañía ha sostenido que sus productos están destinados a ser usados contra delincuentes y terroristas, y que no controla cómo usan sus clientes el software. Israel, que regula la empresa, no ha dicho si sus propias fuerzas de seguridad emplean el software espía.
El informe —que no citó a funcionarios del gobierno, en funciones o anteriores, ni a fuentes de la policía o de NSO Group que corroboraran las afirmaciones del periódico— se refirió a ocho presuntos ejemplos de la unidad secreta de inteligencia de la policía que habría utilizado el programa Pegasus para espiar a ciudadanos israelíes, incluso mediante el hackeo de los teléfonos de un sospechoso de asesinato y de los opositores del Desfile del Orgullo en Jerusalén. El informe no nombró a ninguna de las personas cuyos teléfonos supuestamente fueron interceptados por la policía.