EEUU sigue sin saber quién es responsable de casos de "síndrome de La Habana"
El Gobierno de Estados Unidos reconoció este jueves que sigue sin saber "quién es responsable" del llamado "síndrome de La Habana", como se conocen los extraños ataques contra diplomáticos estadounidenses en varios países del mundo, tras conocerse nuevos casos en Suiza y Francia.
El "síndrome de La Habana" provoca síntomas similares a los de lesiones cerebrales, mareos, dolores de cabeza y falta de capacidad de concentración.
"Hasta la fecha, no sabemos exactamente qué ha ocurrido y no sabemos exactamente quién es responsable", señaló Antony Blinken, secretario de Estado de EE.UU., en una entrevista con la cadena televisiva MSNBC.
Las declaraciones de Blinken coinciden con los informes de nuevos casos, adelantados en primer lugar por el diario Wall Street Journal, en las legaciones diplomáticas estadounidenses en Ginebra (Suiza) y París.
Blinken remarcó que desde la Administración estadounidense se está trabajando "sin descanso para llegar al fondo de lo sucedido" y "proteger" a los empleados y diplomáticos en misiones en el extranjero.
Además de en Cuba, donde se detectaron los primeros casos en 2016 y 2017, ha habido incidentes similares en China, Austria, Alemania, Colombia e incluso en Washington.
Más de 200 diplomáticos y familiares estadounidenses destinados a diferentes países han padecido síntomas del llamado "síndrome de la Habana".
En octubre de 2021, el presidente estadounidense, Joe Biden, firmó una legislación bautizada como "Ley de La Habana", que establece que el Gobierno de EE.UU. tiene la obligación de ayudar a quienes han sufrido esos misteriosos "ataques".
Las víctimas llevan años pidiendo más ayuda al Gobierno estadounidense, primero al de Donald Trump (2017-2021) y luego al del propio Biden.
El origen de estos misteriosos "ataques" aún se desconoce, aunque algunos expertos apuntan que podría haberse usado energía de radiofrecuencia.
Trump acusó en 2017 al Gobierno de Cuba de ser responsable de lo que las autoridades estadounidenses calificaron entonces como "ataques acústicos" o "sónicos", lo que sirvió como pretexto al entonces mandatario para poner fin al deshielo diplomático con la isla.
Un informe interno gubernamental dado a conocer a principios de 2021 reveló que Trump acusó a La Habana sin pruebas.