Fallece una niña en Yemen por disparos durante una celebración futbolística
Los habitantes de este país minado por la guerra, mostraron su alegría por las calles y diferentes celebraciones
Una niña resultó muerta y 36 personas fueron heridas en Saná por disparos de celebración el lunes por la noche con motivo de la victoria de la selección de fútbol júnior del país en un campeonato regional, según anunció una fuente médica.
Los habitantes de este país empobrecido, minado por la guerra, mostraron su alegría por las calles y diferentes celebraciones tuvieron lugar en todas las ciudades yemeníes, tanto en las controladas por los rebeldes como en las que están bajo control gubernamental, las dos partes que mantienen un conflicto desde hace siete años.
En la capital Saná, controlada por los hutíes, varios disparos de celebración "mataron a una niña de cuatro años e hirieron a 36 personas", afirmó una fuente médica a la AFP.
Varias detonaciones pudieron oírse a lo largo de unas horas, mientras las familias paseaban por las calles y se lanzaban fuegos artificiales, constató un periodista de la AFP.
La octava edición del campeonato de Asia del Oeste Sub-15, organizado en Arabia Saudita, concluyó el lunes con la victoria del equipo de Yemen ante los anfitriones sauditas.
Esta gesta es uno de los pocos motivos de alegría para el país más pobre de la península de Arabia, sacudido por un conflicto sangriento desde 2014 entre los rebeldes hutíes, cercanos a Irán, y el gobierno, apoyado por una coalición militar liderada por Arabia Saudita.
Los dos bandos felicitaron al joven equipo y prometieron apoyar económicamente a los jugadores.
"Es conmovedor ver la unidad, la felicidad, y las celebraciones por todo el país", tuiteó el enviado especial de la ONU en Yemen, Hans Grundberg.
La guerra, que ha provocado además de millares de fallecidos el desplazamiento de millones de personas, llevó a más del 80% de la población, de cerca de 30 millones de habitantes, a depender de la ayuda internacional, en lo que la comunidad internacional considera como una de las peores crisis humanitarias del mundo, según la ONU.