Putin admite necesidad de una reforma carcelaria para acabar con las torturas

La Fiscalía rusa ha incoado doce casos penales solo por las torturas y violaciones a presos en un hospital penitenciario de la región de Sarátov

El presidente ruso, Vladímir Putin, admitió hoy la necesidad de una reforma carcelaria para poner fin a los numerosos casos de torturas de las que han sido víctimas los presos a manos de los funcionarios de prisiones en este país.

"Por supuesto, son necesarias medidas sistémicas que cambien la situación", dijo Putin durante una reunión del Consejo de Derechos humanos adscrito al Kremlin.

En sus primeras declaraciones al respecto desde la publicación de numerosos vídeos de abusos y violaciones a presos en las cárceles rusas, Putin llamó a estudiar "detenidamente" esa información.

"El asunto es, sin lugar a dudas, muy importante", señaló y añadió que el Comité de Instrucción encabeza la investigación de los casos penales incoados contra varios funcionarios.

Putin también destacó que el Senado ha comenzado el trabajo para modificar la legislación con el fin de tipificar "el mismo concepto de la tortura como cuerpo de delito".

Recientemente, Putin destituyó al director del Servicio Federal Penitenciario (FSIN en sus siglas en ruso), Alexandr Kaláshnikov, debido a la resonancia que han tenido los vídeos publicados por Vladímir Osechkin, el exiliado director de Gulagu.net, organización que denuncia los abusos en los servicios penitenciarios.

"Las imágenes que ya han horripilado al mundo son sólo una décima parte de lo que está en nuestro poder. Hay de todo, torturas, palizas, abusos e incluso asesinatos", comentó a Efe Osechkin.

Osechkin, exiliado en Francia desde 2015, sostiene que Putin no puede negar su responsabilidad por las torturas y abusos en la prisiones rusas, pues fue su "decisión política" el ceder el control sobre el sistema penitenciario al Servicio Federal de Seguridad (FSB).

La Fiscalía rusa ha incoado doce casos penales solo por las torturas y violaciones a presos en un hospital penitenciario de la región de Sarátov.

El portal Gulagu.net provocó el escándalo al publicar en su web vídeos y fotos de torturas, violaciones y toda clase de vejaciones grabadas en dicho hospital (OTB-1).

"Son crímenes contra la humanidad. Y Putin es uno de los cómplices de esa maquinaria de torturas", comentó Osechkin, quien aseguró que ha recabado "todas las pruebas" para que un tribunal internacional juzgue las torturas.

Dichos vídeos se los entregó Serguéi Savieliev, un programador bielorruso que cumplió cinco años de condena en Sarátov y tuvo acceso a los ordenadores del hospital.

"Son pruebas irrefutables. Es la primera vez que esa información es de acceso público en todo el mundo. Ahora, ya no podrán decir que son casos aislados. Todas esas torturas ocurrieron en realidad de manera regular y eran supervisadas por un gran número de funcionarios de prisiones", señaló a Efe.

El fiscal general, Ígor Krasnov, aseguró que "causan especial inquietud las burdas violaciones de los derechos humanos" y "los casos de violencia" no sólo en Sarátov, sino en la región siberiana de Irkutsk y otras partes del país.

El número de presos en Rusia se ha reducido en los últimos años hasta el medio millón, aunque las organizaciones de derechos humanos rusas e internacionales denuncian que el sistema penitenciario ruso aún conserva vestigios del GULAG soviético.

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