Nicaragua anuncia su “renuncia y retiro” de la OEA

El gobierno de Nicaragua anunció el viernes su “renuncia y retiro” de la Organización de los Estados Americanos , informó el ministro del Exterior, Denis Moncada.

Moncada dijo en rueda de prensa que envió una “comunicación oficial” al secretario general de la OEA, Luis Almagro, en la cual el Estado nicaragüense “denuncia la Carta” del organismo hemisférico en rechazo a lo que llamó “sus reiteradas acciones injerencistas” en Nicaragua.

Esa “denuncia” es uno de los trámites que un Estado miembro requiere para expresar su deseo de dejar el organismo internacional

“Estamos renunciando y desvinculándonos de esa organización, dando por terminado el vínculo entre el Estado nicaragüense y la OEA”, indicó el canciller.

Señaló que, en su comunicación a Almagro, el gobierno de Daniel Ortega le expresó su “indeclinable decisión de denunciar la carta de la OEA conforme a su artículo 143, lo que da inicio al retiro definitivo y renuncia de Nicaragua a esta organización”.

El artículo 143 de la Carta Constitutiva de la OEA establece que cualquier país miembro puede denunciarla mediante comunicación escrita a la Secretaría General, pero deberán transcurrir dos años hasta que ese Estado quede desligado del foro americano habiendo cumplido todas sus obligaciones -económicas, técnicas y diplomáticas- con la organización.

Según Haydeé Castillo, defensora nicaragüense de derechos humanos exiliada en Estados Unidos, existe un plazo hasta el 30 de noviembre para que el Consejo Permanente vote en torno a una separación temporal o definitiva de Nicaragua de la OEA.

Manuel Orozco, de la organización sin ánimo de lucro Inter-American Dialogue, dijo a la AP que el departamento jurídico de la Secretaría General de la OEA tendrá que analizar los motivos y justificaciones por los cuales Nicaragua quiere salir de la organización “porque salirse de la OEA implica renunciar a una serie de acuerdos internacionales”.

El experto explicó que a través de los años Nicaragua, como cualquier otro país, se ha sumado a acuerdos regionales, se ha unido a comisiones relacionadas con la OEA, ha trabajado en diversos temas, desde la lucha contra las drogas al apoyo a jóvenes, comprometiéndose a aportar personal o recursos. El departamento jurídico debe entonces resolver todo eso y recomendar a Nicaragua cómo puede entonces desligarse del organismo, dijo Orozco.

La oposición nicaragüense interpretó el retiro de la OEA como una muestra de debilidad del gobierno de Ortega.

Es “una consecuencia de la derrota a su farsa (electoral) del 7.11”, publicó en Twitter el movimiento opositor UNAMOS. “Están repudiados y aislados internacionalmente. El régimen no representa la voluntad de los nicaragüenses. Los compromisos con DDHH (derechos humanos) y la democracia son irrenunciables”, indicó la organización política, cuyos seis líderes principales están presos desde junio.

La semana pasada, 25 países miembros de la OEA aprobaron una dura resolución en rechazo a los comicios generales del 7 de noviembre en Nicaragua en los que Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, fueron reelectos tras haber encarcelado a sus principales rivales políticos y proscrito a tres organizaciones opositoras.

Varios Estados americanos habían propuesto tramitar la aplicación de la Carta Democrática de la OEA a Nicaragua, lo que daría pie a una suspensión del país como miembro del organismo hemisférico.

Por su parte Alexa Zamora, integrante del Consejo Político de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), calificó el anuncio oficial de “show mediático” para evadir “una inminente suspensión de Nicaragua como miembro de la OEA debido al incumplimiento de sus compromisos en materia de democracia y derechos humanos”.

Sin embargo, esto “no exime a la OEA de sus facultades para tomar acciones en esos temas”, dijo Zamora en un video distribuido a periodistas.