Cuba advierte de consecuencias penales a organizadores de manifestación

La fiscalía de La Habana advirtió el jueves de consecuencias penales a Yunior García, organizador en la capital cubana de una marcha el 15 de noviembre, en caso de que salga a manifestar este dramaturgo disidente, quien dijo mantener su intención de acudir a la protesta.

Comenzaron en la jornada "los apercibimientos a varios de estos ciudadanos (...) a los que advirtió de las consecuencias jurídico-penales que se derivan del hecho de incumplir con la decisión que les fue notificada y de efectuar las referidas marchas", dijo a la prensa Yaumara Angulo, vicefiscal provincial de La Habana, tras la citación de García.

El aviso se produce luego de tanto García, líder del grupo Archipiélago que promueve la manifestación, como los organizadores de la marcha en otras siete provincias, mantuvieran el 12 de octubre su convocatoria a la protesta, pese a haber sido notificados de que esta marcha era considerada ilegal por las autoridades.

El gobierno señaló entonces que la manifestación "constituye una provocación" porque busca un "cambio del régimen" cubano, cuyo sistema socialista tiene el carácter de "irrevocable" en la Constitución. Las autoridades acusan además a los organizadores de vínculos con agencias de Estados Unidos.

Al salir de la fiscalía provincial en el céntrico barrio del Vedado, García ratificó su intención de salir a manifestar el 15 de noviembre. "Esa es mi decisión más allá de las amenazas que he recibido hoy".

Este conocido dramaturgo y actor, de 39 años, consideró a la advertencia como "una amenaza directa del Estado".

"Francamente no siento que haya una sola institución en el país donde nací que se ponga del lado nuestro, de la parte de ciudadanos, que ni somos mercenarios ni estamos recibiendo órdenes de ninguna parte", añadió el activista al señalar que en caso de ser detenido rechazará la defensa.

"Renuncio a cualquier tipo de defensa. No considero que eso sería un juicio legítimo", agregó.

La convocatoria a la marcha del 15 de noviembre en favor del "cambio" y en reclamo de la libertad de los presos políticos surge tras las manifestaciones del 11 de julio que se produjeron en medio centenar de ciudades al grito de "Libertad" y "Tenemos hambre" y que dejaron un muerto, decenas de heridos y cerca de un millar de detenidos, de los cuales unos 500 se mantiene presos.

La fecha de la manifestación coincide con la apertura de fronteras al turismo internacional, el regreso de los niños de primaria a clases y con múltiples eventos culturales y sociales en plazas y barrios de La Habana para festejar el 502º aniversario de la fundación de la ciudad.

Cuba atraviesa una profunda crisis económica con una galopante inflación, agudizada por la pandemia de covid-19 y el endurecimiento del embargo de Estados Unidos, que han llevado a una severa escasez de alimentos y medicinas.