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Las terrazas de La Habana recobran vida después de nueve meses de cierre

YAMIL LAGE / AFP

YAMIL LAGE / AFP

Sentada junto a dos amigas frente a copas de helado este viernes, algo que deseó vivamente durante los últimos nueve meses, Himilcie Ruiz exhibe su mejor sonrisa de estudiante de estomatología: "Estamos muy contentas por la reapertura" de los restaurantes en La Habana.

"Con estas nuevas medidas podemos disfrutar un poquito más, siempre con cautela, cuidándonos, con nasobuco (mascarilla), manteniendo la distancia", cuenta a AFP Himilcie, de 22 años, que viste como sus amigas batas médicas blancas, como suelen hacerlo en las calles de Cuba los médicos y estudiantes de medicina.

La noche del jueves y casi por sorpresa, las autoridades anunciaron la apertura "gradual" de restaurantes, bares, cafeterías, comercios, así como servicios legales y notariales en ocho de las 15 provincias cubanas.

La decisión está fundamentada en el "proceso de vacunación exitoso que se lleva a cabo", según la ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz, pero también por "la necesidad que tenemos de la apertura y la reanimación económica" del país, admitió el gobernador de La Habana, Reynaldo García Zapata.

Al cierre del jueves, Cuba, que enfrenta un fuerte rebrote de contagios desde hace dos meses, acumula 839.981 casos y 7.695 fallecidos. Pero ya inmunizó con sus propias vacunas anticovid al 42,8% de sus 11,2 millones de habitantes.

- Del barquillo a la mesa - Tras 18 meses de pandemia, Cuba ha sufrido una serie de cierres y aperturas de sus servicios y espectáculos públicos, pero la vigente desde el 14 de enero, con toque de queda incluido, duró nueve meses.

El "espectáculo" de la apertura lo ofreció la céntrica heladería Coppelia, la más famosa del país, donde los clientes pasaron de hacer largas colas para comprar helados ambulantes en barquillo a ser servidos en las mesas a partir de este viernes.

Para conseguir una mesa hay que reservar por teléfono, una medida puesta en duda por muchos, pues Coppelia es el lugar de cita improvisada de los estudiantes de la cercana Universidad de La Habana, los cines del circuito de la calle 23 y los caminantes de la céntrica Rampa.

Los servicios autorizados a funcionar son sometidos a una inspección sanitaria previa, deberán trabajar con el 50% de su aforo, y además cumplir estrictas medidas de distanciamiento social, dos metros entre mesas. El uso de mascarillas será obligatorio.

- "Todo aquí se dificulta" - En el restaurante estatal "Mi Jardín", los empleados limpian, acomodan y se preparan para la apertura. Eduardo Carbonel (49) - el maitre - explica a los empleados cómo funcionará el centro, las medidas sanitarias, "los nuevos precios".

Cuba vive su peor crisis económica desde 1993, pues su economía se desplomó 11% el pasado año, no han llegado turistas y el gobierno de Joe Biden mantiene la máxima presión en el embargo, aplicada por su antecesor en la Casa Blanca, Donald Trump.

El país se ha visto forzado a reducir fuertemente sus importaciones, agravando la escasez de alimentos y medicinas. A eso se añade una reforma monetaria que desató un proceso inflacionario que todavía golpea muy duro la economía familiar.

"Todo aquí se dificulta a raíz de la situación que tiene el país, pero nosotros estamos tratando de sobrellevar las cosas hasta donde podemos", dice Yurisbel Paneque (40), una de las responsables del restaurante privado Rey & Gaby, donde las futuras dentistas toman helado.

"Hemos tratado de ir buscando por todas las vías, contratos que hemos hecho con empresas cubanas (estatales) que nos facilitan alguno de los productos", cuenta entre mesas distanciadas, pero llenas de clientes.

- "Ya empezó la afluencia" - El lunes entraron en vigor las nuevas leyes autorizando micro, pequeñas y medianas empresas, públicas y privadas, y muchos de estos restaurantes de trabajadores por cuenta propia, conocidos como "paladares", pasarán a ser empresas para lo cual deben presentar papeles notariales.

En la notaría de 23 y J, la más grande y popular de La Habana, "ya empezó la afluencia" de público, dice a la AFP Alexis Sánchez, de 51 años, administrador del lugar.

"Aquí prestamos todos los servicios notariales: testamento, poderes especiales, compra venta vivienda, compra venta de autos, declaraciones jurada", algo que se paralizó durante meses.

Pero todo es controlado: "Se está tomando la medida de distanciamiento, a una distancia de más o menos de 1 metro, los pasos podálicos (limpiar suela de zapatos), pasar cloro a las mesas cuando se termine con cada cliente, tratar de higienizar el buró", añade.

Esa apertura es un paso previo a la reapertura del país al turismo, prevista a partir del 15 de noviembre.