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ONU: Un mundo más caliente es también uno más violento

Con el respaldo de imágenes apocalípticas, tres presidentes y siete ministros del Exterior advirtieron el jueves que un mundo más caliente es también uno más violento.

Durante una reunión ministerial del Consejo de Seguridad, los funcionarios instaron al organismo más influyente de Naciones Unidas a hacer más para atender las implicaciones de seguridad del cambio climático y hacer del calentamiento global una parte central de todas las operaciones de paz de la ONU.

Líderes y ministros buscan mayor participación de la ONU, al asegurar que el calentamiento está haciendo del mundo un lugar más inseguro y resaltaron como ejemplos a la conflictiva región del Sahel, en África, y a Siria e Irak.

Michael Martin, presidente de Irlanda y quien encabezó la reunión, dijo que el cambio climático “ya contribuye al conflicto en muchas partes del mundo”. Por su parte, el mandatario de Vietnam, Nguyen Xuan Phuc, señaló que el cambio climático “es una guerra sin disparos, por decirlo de alguna manera, que causa daños económicos y pérdida de vidas humanas en una proporción similar a las guerras de verdad”.

Los efectos del cambio climático son particularmente graves cuando se combinan con la fragilidad y con conflictos pasados y en curso”, dijo el secretario general de la ONU, António Guterres. Y cuando los recursos naturales como el agua comienzan a escasear debido al cambio climático, “los reclamos y las tensiones pueden estallar, complicando las labores para prevenir conflictos y mantener la paz”.

Llevar el tema ante el Consejo de Seguridad, que por lo general no es el lugar para debatir sobre el medio ambiente, es una nueva noción, pero que va en aumento debido a un reconocimiento cada vez más amplio de que los ecosistemas humanos, los estresantes naturales y las nociones tradicionales de paz y seguridad están relacionados inexorablemente.

“Nuestras vidas y realidades diarias son parte del nexo de la inseguridad del cambio climático”, dijo Ilwad Elman, un pacifista somalí-canadiense. “El impacto del cambio climático y el deterioro ambiental también están cambiando los requerimientos para alcanzar la paz... porque estamos experimentando impactos y tensiones relacionadas con el clima”.

Durante años, los académicos que estudian los conflictos y el cambio climático han resaltan la manera en que eventos como la sequía extrema en Siria han exacerbado conflictos sin ser el único motivo. Es una postura más matizada para el entendimiento del conflicto, y para desarrollar las herramientas necesarias para reducir su impacto en las sociedades.

“Volteen a ver casi todos los lugares en donde se registran amenazas a la paz y seguridad internacional hoy en día, y podrán encontrar que el cambio climático hace que la situación sea menos pacífica, menos segura y hace que nuestra respuesta sea aún más desafiante”, dijo el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken. Enumeró una lista de naciones entre las que se incluye a Siria, Mali, Yemen, Sudán del Sur y Etiopía.

“Tenemos que dejar de debatir si la crisis climática pertenece al Consejo de Seguridad”, dijo Blinken, “y en su lugar tenemos que preguntarnos cómo es que el Consejo puede aprovechar sus poderes únicos para combatir los impactos negativos del clima en la paz y la seguridad”.

Diplomáticos de Rusia y China reiteraron las objeciones de su país sobre incluir al cambio climático en la agenda del Consejo, el cual es responsable de mantener la paz y la seguridad, cuando hay otros foros internacionales y de la ONU atienden todo el tema climático.

“Hay un dicho ruso: demasiados cocineros arruinan el caldo”, dijo el vice embajador de Rusia ante Naciones Unidas, Dmitry Polyansky. Acusó a los miembros del consejo de añadir “un componente político completamente innecesario a una discusión de por sí complicada y delicada”.

El embajador de China ante Naciones Unidas, Zhang Jun, dijo que el consejo debe “abstenerse de generalizar”, asegurando que no todos los países devastados por la guerra “quedaron sumidos en el caos debido al cambio climático”.

De cualquier forma, la mayoría de los líderes que se expresaron la mañana del jueves presentaron un sombrío panorama del mundo en general. Aseguraron que el cambio climático debe combatirse de la misma manera en que el mundo lucha contra el coronavirus porque, para el planeta, es cuestión de vida o muerte”.

Los acuerdos a los que se llegue en la cumbre climática de Naciones Unidas a realizarse en noviembre en Glasgow, Escocia, “decidirán si esta década será recordada como la década en la que empezamos a salvar al planeta o el inicio del fin”, dijo la presidenta de Estonia, Kersti Jaljulaid.

En la sesión de la Asamblea General el jueves, el presidente de Angola, Joao Lourenci, dijo que el mundo “nos ha enviado señales cada vez más claras de que no está contento con la manera en que lo tratamos y se está defendiendo de la manera más violenta posible”.

Anoche, el primer ministro británico Boris Johnson, que será anfitrión de la cumbre climática, pronunció un discurso que comenzó con una lección sobre la extinción de los mamíferos y le recordó al mundo que los seres humanos también son mamíferos.

“Nuestros nietos sabrán que somos los responsables. Y sabrán que sabíamos, que fuimos advertidos”, recalcó Johnson. “Y se preguntarán qué clase de personas éramos para ser tan egoístas y mezquinos”.