¿Qué pasará ahora con la presencia de los talibanes en Catar?
La repentina caída de Afganistán bajo control de los talibanes ha puesto en relieve su presencia en la capital de Catar.
Tras el fin de la insurrección en Afganistán, surge la incógnita sobre el futuro de la oficina política de los talibanes en Doha, a veces polémica, que Catar alentó para sacar réditos diplomáticos?
¿Por qué hay una oficina talibana en Doha?
Situado lejos, a 1.300 km del Afganistán devastado por la guerra, Catar invitó a los talibanes a crear una oficina política en Doha en 2013, contando con la bendición de Washington.
Cercano a Estados Unidos, Catar también tiene vínculos estrechos con diferentes movimientos islamistas, no obstante, niega cualquier apoyo al terrorismo.
Washington "aumentó la presión sobre los cataríes para que acogieran a algunos de los líderes talibanes liberados de (su base de) Guantánamo (Cuba)", indicó a la AFP Andreas Krieg, analista de la región.
"Así, la oficina de los talibanes se convirtió en una parte integral de la estrategia estadounidense, cuyo objetivo era negociar su retirada del país", añadió, refiriéndose al expresidente Donald Trump.
Sin embargo, las polémicas se fueron sucediendo: la bandera de los talibanes izada en su misión en Doha, cuyo nombre oficial reza "Emirato Islámico de Afganistán". Algo que entonces indignó a Kabul.
¿Un éxito diplomático?
"Las discusiones y la diplomacia, al menos durante la era Trump, llevaron a los talibanes a acelerar su toma del poder", afirmó a la AFP el académico sobre Oriente Medio Michael Stephens.
"Pero a fin de cuentas, tener un foro para discutir nunca es una mala cosa. Estados Unidos realmente no necesitaba tomar las posiciones que finalmente adoptó", añadió.
En Doha, durante los días siguientes a la toma del poder por parte de los talibanes, la pequeña comunidad de inmigrantes afganos residentes allí se encontraba desconsolada.
Los talibanes prometieron respetar los derechos humanos y no tomar venganza con sus opositore¿Que pasará con la presencia s, no obstante, muchos continúan siendo escépticos.
"Los talibanes envían mensajes positivos hasta que lo controlan todo. Entonces, comienzan a reprimir", afirmó a la AFP un residente afgano en Catar, quien solicitó la cobertura del anonimato, con lágrimas en los ojos al ver a un funcionario talibán entevistado por una cadena televisiva de noticias.
¿Cuáles son los beneficios para Catar?
A fines de febrero, cuando los talibanes firmaron en Doha un acuerdo con Estados Unidos para la retirada de sus tropas de Afganistán, Catar no pudo ocultar su orgullo al haber contribuido a lo que entonces fue presentado como un avance excepcional tras veinte años de guerra.
Pero, a pesar de las reuniones con toda fanfarria en hoteles de lujo de Doha, el diálogo interafgano entre gobierno y talibanes no desembocó en la menor solución política.
Para Stephens, Catar no tiene "capacidad" para hacer más y su mayor ambición continuaba siendo imponerse como el "centro de la diplomacia intercultural".
"Olvídense de la sustancia, eso no era lo suyo. Era sólo la imagen lo que intentaban cultivar", insistió.
¿Cuál porvenir?
El jefe del buró político talibán en Doha y segundo del movimiento, el mulá Abdul Ghani Baradar, ya regresó a Afganistán tras el cambio de gobierno.
Varias figuras talibanas permanecen en Catar, al igual que el que fuera el equipo negociador del gobierno afgano, de unas veinte personas.
"Si Estados Unidos decide no reconocer al gobierno de los talibanes, será difícil para Catar normalizar sus relaciones con éstos", advirtió Andreas Krieg, añadiendo que es muy poco probable que esta oficina se convierta en embajada.
"Lo más probable es que Catar siga a Estados Unidos en este punto, en tanto intenta no comprometer su condición de mediador en este conflicto", apostilló.