Australia extiende el confinamiento del estado de Queensland para frenar la variante delta
El estado australiano de Queensland ha decidido este lunes prorrogar el confinamiento que inició el sábado en su capital, Brisbane, y otras once áreas, con el objetivo de frenar la propagación de la variante delta del coronavirus.
El vice primer ministro del estado, Steven Miles, ha indicado este lunes que el confinamiento anunciado en principio para tres días "no sería suficiente", por lo que se ha extendido la medida hasta el próximo domingo.
"Estamos informando a los habitantes del sureste de Queensland que el cierre se extenderá hasta las 16.00 horas (hora local) del domingo", ha dicho Miles en una rueda de prensa.
Miles ha indicado que espera "desesperadamente" que la medida del nuevo confinamiento "sea suficiente" y ha precisado que en los últimos días se han detectado una treintena de casos, 13 solo este lunes, informa el portal australiano News.
Asimismo, el vice primer ministro de Queensland ha pedido a la ciudadanía que cumpla con la medida y permanezca en casa, una petición que realiza tras haber visto en los últimos días que "demasiada gente estaba fuera de sus domicilios".
El confinamiento implica que los residentes pueden salir de sus domicilios solo por cuatro razones, la compra de productos básicos, trabajo, atención médica o actividad deportiva a máximo diez kilómetros de la vivienda. Además, los negocios considerados "no esenciales", como la hostelería o lugares de ocio, tendrán que cerrar.
En concreto, las áreas de Queensland que continúan confinadas son Brisbane --la tercera ciudad más grande de Australia--, Ipswich, Logan City, Moreton Bay, Redlands, Sunshine Coast, Gold Coast, Somerset, Noosa, Lockyer Valley y Scenic Rim.
La ciudad de Sídney, la capital del estado de Nueva Gales del Sur, vive también un confinamiento que durará nueve semanas.
En este sentido, la primera ministra del estado, el epicentro del brote australiano, Gladys Berejiklian, ha suplicado este lunes a los ciudadanos que se vacunen, después de que el territorio haya confirmado más de 200 casos de coronavirus y un fallecido.
Mientras tanto, el Gobierno de Australia ha indicado que el país empezará a reabrir y a evitar los cierres repentinos una vez que el 70 por ciento de toda la población adulta haya sido completamente vacunada.
Hasta el momento el 15 por ciento de la población ha recibido la pauta completa en Australia, que acumula casi 34.000 casos y más de 920 muertes a causa de la COVID-19, según datos de la Universidad Johns Hopkins.