Bolsonaro insinúa que autoridad electoral quiere favorecer a Lula

El jefe de Estado de Brasil, Jair Bolsonaro, insinuó este jueves que el presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE), Luis Roberto Barroso, se niega a cambiar el sistema electrónico de votación porque su intención es favorecer a Luiz Inácio Lula da Silva en las elecciones del próximo año.

El líder ultraderechista, en una transmisión en vivo en sus redes sociales, volvió a poner en duda la fiabilidad del sistema electrónico de voto de Brasil; afirmó que puede ser objeto de fraude y cuestionó las intenciones de Barroso por su insistencia en rechazar la posibilidad de reimplantar el voto impreso en el país.

"Los que quieren que tengamos unas elecciones dudosas son los mismos que quieren el regreso del grupo que siempre se benefició de la corrupción y la impunidad en su Gobierno", afirmó el mandatario en referencia al deseo de Lula, que presidió Brasil entre 2003 y 2010, de disputar las presidenciales de octubre del próximo año, en que es señalado como el gran favorito por los sondeos.

"El que sacó a Lula de la cárcel y lo habilitó para disputar elecciones nuevamente es el que va a contar y auditar los votos en las próximas elecciones", agregó al recordar que Barroso, como miembro de la Corte Suprema, fue uno de los magistrados que anuló las dos condenas que habían sido impuestas al líder opositor.

Según Bolsonaro, además de oponerse a un sistema de voto impreso que pueda ser auditable, Barroso se reunió con varios parlamentarios para convencerlos de que voten en contra de un proyecto de ley presentado por legisladores bolsonaristas para que Brasil cambie su sistema de votación.

"¿Por qué el presidente del Tribunal Electoral quiere mantener unas elecciones cuestionadas? ¿Por qué interfiere en otros poderes para que no tengamos voto auditable? No quiero acusarlo de nada, pero algo muy extraño ocurre", afirmó.

El mandatario, que invitó a un grupo de periodistas a presenciar su programa en vivo debido a que pretendía entregar las pruebas que tenía sobre supuestos fraudes en las últimas elecciones, admitió que tan solo contaba con "indicios fuertísimos" de irregularidades.

En una insólita transmisión de dos horas de duración y con un discurso con marcado tinte electoral, Bolsonaro exhibió videos de electores quejándose de problemas en las urnas y cortes de noticieros de televisión en que comentaristas manifiestan dudas sobre el escrutinio.

Tras tres años en insistir en que tenía pruebas de fraudes en el sistema electrónico de votación, el mandatario, que admitió la posibilidad de intentar la reelección el próximo año, exhibió relatos que ya han sido investigados y desmentidos por las autoridades electorales.

"No tengo cómo comprobar si las elecciones sufrieron fraude o no, pero estamos entregando indicios fuertísimos de que algo extraño ocurrió", aseguró el mandatario, quien alegó que son los defensores del voto electrónico los que tienen que mostrar pruebas de que el sistema es seguro y confiable.

El fuerte ataque a la máxima autoridad electoral se produjo pocas horas después de que Barroso, tras alertar que en tres décadas nunca han surgido denuncias de fraude contra la votación electrónica, atribuyó las críticas al miedo de perder en las urnas.

"El discurso de que si yo pierdo las elecciones es porque hubo fraude es el discurso de quien no acepta la democracia", afirmó.

Además de las duras críticas al presidente del Tribunal Electoral, Bolsonaro atacó a Lula, su probable rival en las elecciones de 2022 y que, según los sondeos, lo vencería con una amplia ventaja de 58 % de los votos contra 31 %.

"Recientemente vimos al otro lado (Lula) felicitar al Gobierno cubano por lo que le hizo al pueblo (reprimir manifestaciones). Y ya había hecho campaña por (Hugo) Chávez y Nicolás (Maduro). Pero no queremos ese tipo de régimen en Brasil en el que lo primero que se pierde es la libertad", dijo.

Agregó que su opositor defiende un régimen que no ha funcionado en ningún lugar del mundo y dijo que, además de citar Cuba y Venezuela, podría también mencionar a Argentina, de donde, afirmó, las personas comienzan a huir.

"Lo que está en juego es la libertad. Vayan a la frontera con Venezuela y miren las miles de personas que huyen de la miseria. El régimen que el otro lado apoya y quiere implantar en Brasil es el que asumió un país rico en petróleo y lo dejó miserable", aseguró.

"No podemos aceptar que alguien asuma el timón del país y lo lleve al caos como ocurrió en otros países de Suramérica. Miren cómo está Cuba. Esa persona apoyó a Venezuela, apoyó el regreso de Cristina Kirchner en Argentina y el de Evo Morales en Bolivia. Si hubieran ganado el otro lado, en este momento no tendríamos libertad en Brasil ni respeto a la propiedad privada", concluyó.