Biden recibe al líder de Irak para tratar una "nueva fase" del despliegue de EEUU
"Irak ha pedido, y nosotros estamos totalmente de acuerdo, que continúen las operaciones de entrenamiento, el apoyo logístico, el apoyo de inteligencia, el apoyo de asesoramiento, todo eso continuará", señaló la fuente
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, recibe este lunes al primer ministro iraquí, Mustafa al Kazimi, para hablar de una "nueva fase" de la presencia militar estadounidense en Irak que implica el fin formal de las operaciones de combate, pero mantener la presencia de las tropas en el país.
"Estamos hablando de pasar a una nueva fase (...), en la que terminamos las operaciones de combate contra (el grupo yihadista) Estado Islámico y pasamos a una misión de asesoramiento y entrenamiento", dijo un alto funcionario de la Casa Blanca, indicando que podrían anunciarse "nuevos ajustes" para finales de año.
"Irak ha pedido, y nosotros estamos totalmente de acuerdo, que continúen las operaciones de entrenamiento, el apoyo logístico, el apoyo de inteligencia, el apoyo de asesoramiento, todo eso continuará", señaló la fuente.
La fuente no detalló lo que significaría este cambio en términos de personal, pero aseguró que era un cambio "significativo" y no sólo "semántico".
Los mandatarios tienen previsto reunirse a las 14H00 horas (18H00 GMT), y no han programado una rueda de prensa conjunta, pero sí una declaración.
La mayoría de las tropas estadounidenses enviadas en 2014 como parte de una coalición internacional para ayudar a Bagdad a derrotar al EI fueron retiradas bajo el mandato del presidente Donald Trump.
Los cerca de 2.500 soldados estadounidenses que siguen desplegados en el país, oficialmente, no combaten, sino que tienen tareas de "asesoramiento" y "formación".
Sin embargo, el ministro de Defensa, Lloyd Austin, precisó el domingo que el contingente militar estadounidense desplegado en Irak era "capaz de realizar operaciones de combate" y que es "muy difícil" distinguir entre fuerzas de combate y fuerzas de formación y de asesoramiento.
"Lo que importa, (...) es lo que se nos pida que hagamos", declaró a los periodistas al comienzo de una gira por Asia.
Con su visita a Washington, el primer ministro iraquí busca, más que anuncios concretos, reforzar su imagen, arrinconado entre su alianza con Washington y las facciones pro-Irán de su país, según los expertos.
Estos últimos, que exigen la salida total de los estadounidenses, han multiplicado los atentados contra los soldados norteamericanos destacados en Irak. Pero los expertos no prevén una retirada total, mientras las células residuales del EI sigan activas.
- Sin retirada a la vista -
La semana pasada, el EI reivindicó un ataque suicida en un mercado de Bagdad que dejó 30 muertos, según datos oficiales.
Entretanto, las fuerzas estadounidenses en Irak han sido blanco de ataques de milicias pro-Irán que, a su vez, recibieron la represalia militar de Washington.
Kazimi, cuyo país sufre altos índices de violencia, pobreza y corrupción, querría que Estados Unidos se comprometa, al menos formalmente, a reexaminar su presencia en Irak.
A tres meses de las elecciones legislativas, Kazimi espera recuperar territorios de su país que están en manos de facciones pro-Irán hostiles a la presencia estadounidense.
Irak es un vínculo estratégico para Washington, que lidera una coalición internacional que combate al EI en Siria.
Dejar a Irak a merced de la influencia de Irán está fuera de discusión para Estados Unidos debido a sus renovadas tensiones con Teherán.
En este contexto "no parece probable que la cantidad de tropas estadounidenses se reduzca automáticamente", destacó el funcionario.
Ramzy Mardini, especialista en Irak del Instituto Pearson de la Universidad de Chicago, cree que la reunión entre Biden y Kazimi fue diseñada para ayudar al líder iraquí a aliviar las presiones domésticas "pero la realidad en el terreno reflejará el status quo y una permanente presencia de Estados Unidos".
Lo que más temen los especialistas regionales es, sin embargo, una continuación, o incluso intensificación, de los ataques de los proiraníes.
Un dron atacó el viernes una base militar en el Kurdistán iraquí que alberga tropas estadounidenses pero no se reportaron víctimas.
El denominado Comité de Coordinación de la Resistencia Iraquí amenazó el viernes con continuar con los ataques hasta que se retiren todas las tropas estadounidenses y termine la "ocupación".