Arzobispo de Santiago de Cuba pide resolver diferencias sin violencia

En esta imagen del 1 de diciembre del 2014, un guardia camina dentro de la capilla de la antigua Universidad Santo Tomás de Aquino en La Habana, Cuba.

Foto: AP/Ramon Espinosa

En esta imagen del 1 de diciembre del 2014, un guardia camina dentro de la capilla de la antigua Universidad Santo Tomás de Aquino en La Habana, Cuba. Foto: AP/Ramon Espinosa

El Arzobispo de la diócesis oriental Santiago de Cuba, Dionisio García, pidió en su homilía dominical que las diferencias existentes en la isla tengan soluciones por vías pacíficas y "nunca con la violencia y la intolerancia".

"Los obispos en medio de las dificultades, de las protestas, de las manifestaciones de estos últimos días y también como consecuencia de eso los presos que han habido, las represiones, la iglesia quiere pedir por todos los cubanos, por toda Cuba", dijo García en su primera misa tras las protestas antigubernamentales que sacudieron varias localidades de la isla hace una semana.

El prelado dijo en la iglesia del Santuario Nacional de la Virgen de la Caridad del Cobre -la "Patrona de Cuba"- que las peticiones de hoy son "sobre todo para que no haya violencia, para que las diferencias lógicas que existen en cada pueblo se resuelvan a través del diálogo, de la misericordia y del perdón, y nunca con la violencia y la intolerancia".

El Arzobispo de Santiago -segunda provincia en importancia de Cuba- recordó que la jerarquía católica del país caribeño ha abogado por la necesidad de realizar "cambios que le den esperanza y confianza a nuestro pueblo, que necesita sentirse respetado cada vez que quiere expresar su manera de sentir y de ver nuestras realidades".

También se refirió a los cambios que ayuden al pueblo de la isla "a planificar un futuro mejor y el bien personal para su familia, y que eso redunde en el bien de la Nación".

García, miembro del comité permanente de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC), también rogó porque en medio de la actual crisis sanitaria impuesta por la pandemia de covid-19, los pacientes y médicos que les atienden tengan las condiciones necesarias, así como por la responsabilidad de todos ante esta situación.

A principios de esta semana, la Iglesia católica de Cuba defendió el derecho de miles de personas que salieron a las calles de la isla a expresar su malestar por el deterioro de la situación económica y social durante los disturbios del pasado domingo y el lunes que dejaron un saldo de un muerto, varios heridos y más de un centenar de detenidos.

La COCC advirtió en una declaración que "la violencia engendra violencia, la agresividad de hoy abre heridas y alimenta rencores para mañana que costará mucho trabajo superar".

En ese sentido invitaron "a todos a no incentivar la situación de crisis, sino con serenidad de espíritu y buena voluntad, ejercitar la escucha, la comprensión y la actitud de tolerancia, que tenga en cuenta y respete al otro para juntos buscar caminos de una justa y adecuada solución".

El papa Francisco expresó hoy su preocupación por los "momentos difíciles" que vive Cuba a causa de las protestas e instó al "diálogo y la solidaridad" en ese país, tras rezar el Ángelus desde la ventana del Palacio Apostólico en el Vaticano.

"Estoy cerca del querido pueblo cubano en estos momentos difíciles, en particular a las familias, que mayormente sufren. Rezo al Señor para que ayude a construir en paz diálogo y solidaridad una sociedad cada vez más justa y fraterna", dijo el pontífice que ha visitado en dos ocasiones (2015 y 2016) la isla.

Las protestas del domingo pasado, las más fuertes registradas en Cuba en las últimas seis décadas, ocurrieron con el país sumido en una grave situación económica y sanitaria, al dispararse los contagios de la covid, junto a una fuerte escasez de alimentos, medicinas y otros productos básicos, además de largos cortes de electricidad.