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Retorna festividad folclórica en Bolivia pese al COVID-19

Los bailarines, con máscaras protectoras en medio de la pandemia de coronavirus, interpretan Tinku durante un desfile que marca la festividad de la Virgen del Carmen o Nuestra Señora del Monte Carmelo, en El Alto, Bolivia, el viernes 16 de julio de 2021. (Foto AP/Juan Karita)

Decenas de danzarines que daban negativo en las pruebas contra el COVID-19 o que fueron vacunados retornaron el viernes a las calles de Bolivia para bailar en la festividad en honor a la Virgen del Carmen despues de estar suspendida un año y medio debido a la pandemia del nuevo coronavirus.

“He dado negativo, ya puedo bailar”, proclamó Freddy Yáñez, de 52 años, un bailarín de la Morenada, una danza folclórica nacida en los Andes e inspirada en la trata de esclavos en la región durante la época colonial.

Mateo Choquehuanca, vestido de cóndor mientras bailaba morenada, señaló: “Vamos a salir a adelante... Le pedimos a la virgencita, ella nos va a proteger”.

La celebración se realizó en el centro de la ciudad de El Alto, vecina a La Paz. Esta vez se presentaron 11 fraternidades con 50 bailarines cada una, lo que atrajo a una multitud de espectadores, aunque fue inferior el número de participantes en relación con otras festividades previas a la crisis sanitaria.

La iniciativa se dio después de la presión que hicieron a la alcaldesa de la ciudad de El Alto vendedores informales, bordadores y músicos, en momentos en que el país andino atraviesa un leve descenso en los contagios de COVID-19 mientras y el plan de vacunación avanza lentamente.

“Acá está el movimiento económico. Nuestra ciudad vive del comercio, así que no podemos seguir suspendiendo estos eventos”, expresó a los medios la alcaldesa de El Alto, Eva Copa.

Muchos bailarines desempolvaron sus coloridos trajes tras la aprobación de Copa, quien puso los requisitos de portar el carnet de vacuna o haberse realizado la prueba de antigeno nasal y que ésta diese negativo.

Estas festividades en honor a santos y patrones del santoral católico mueven millones de dólares en el dinámico comercio informal, que representa más del 75% de la economía boliviana, según diversos estudios. El sector ha sido duramente golpeado por la prohibición de las llamadas “entradas folclóricas” o festividades desde que comenzó la pandemia en marzo de 2020.

Copa también ha sido criticada por quienes consideran que la festividad podría resultar en un foco de nuevos contagios. Pero la funcionaria aseguró que se estaban tomando todas las medidas de bioseguridad y pedía a los asistentes que evitaran el consumo de bebidas alcohólicas como se solía hacer en otros años.

Bolivia inció en febrero su campaña de vacunación y hasta el jueves el 11,5% de la población había recibido las dos dosis, mientras que el 33% una dosis, en un universo de 7,1 millones de personas.

En la nación andina se han normalizado casi todas las actividades económicas y deportivas, aunque los partidos de fútbol se juegan sin público.

Hasta ahora, Bolivia registra más de 459.579 contagios y 17.375 fallecidos, según el Centro de Ciencia e Ingeniería en Sistemas de la Universidad Johns Hopkins.