Bolsonaro será trasladado a Sao Paulo para una posible cirugía intestinal
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, será trasladado desde Brasilia hasta Sao Paulo para evaluar si debe ser sometido a una cirugía "de emergencia" por una "obstrucción intestinal", informaron este miércoles fuentes oficiales.
Bolsonaro fue ingresado en la madrugada en el Hospital de las Fuerzas Armadas de Brasilia con dolores abdominales y después de haber sufrido reiteradas crisis de hipo durante los últimos días.
Según informó el ministro de Comunicaciones, Fabio Faria, el mandatario será ahora trasladado a un hospital de Sao Paulo, donde se evaluará si será sometido a una nueva operación abdominal.
La Presidencia había informado inicialmente que Bolsonaro sería sometido a exámenes en Brasilia y permanecería en "en observación entre 24 y 48 horas, no necesariamente dentro del hospital".
Sin embargo, luego fue constatada la obstrucción intestinal y la posibilidad de una nueva operación, que según dijo el ministro Faria sería consecuencia del atentado que sufrió en 2018, en medio de la campaña electoral que le llevó al poder, cuando fue acuchillado en el abdomen por una persona.
Desde el jueves de la semana pasada, cuando realizó su habitual programa en vivo a través de las redes sociales, Bolsonaro evidenció el hipo que lo aquejaba y en sus posteriores intervenciones públicas continuó con los síntomas.
En septiembre del año pasado, el presidente, de 66 años, pasó por una cirugía en Sao Paulo para extraerle un cálculo renal.
En los tres últimos años, ha sido sometido a cinco operaciones, cuatro de ellas como consecuencia del atentado que sufrió en 2018.
Bolsonaro fue acuchillado mientras era llevado a hombros por una multitud en un mitin electoral celebrado en la localidad de Juiz de Fora, en el estado de Minas Gerais.
El agresor fue detenido inmediatamente después del ataque, pero fue declarado inimputable, pues el juez consideró que no estaba en capacidad de responder por sus actos debido a sus problemas mentales.
En julio pasado, el líder ultraderechista, uno de los gobernantes más escépticos sobre la gravedad del nuevo coronavirus, dio positivo para covid-19 y estuvo veinte días aislado en el Palacio de la Alvorada, su residencia oficial en Brasilia, hasta superar la enfermedad.