Tribunal Superior de Japón respalda prohibición de separar apellidos de casados
El fallo concuerda con la decisión del Tribunal Supremo en 2015, que también lo consideró constitucional, pero instó a los legisladores a debatir una proyecto de ley que aborde las crecientes peticiones de flexibilizar los requisitos
El Tribunal Superior de Japón dictaminó este miércoles que una ley que requiere que las parejas casadas adopten el mismo apellido es constitucional, rechazando así la demanda de ciudadanos que querían mantener los suyos propios tras la unión matrimonial, informaron los medios locales.
En concreto, tres parejas presentaron en 2018 documentos para registrarse como casados con sus respectivos apellidos de solteros y solteras. Pero las autoridades municipales rechazaron aceptarlos, informó el periódico Mainichi Shimbun.
Los demandantes argumentaban que exigir a los recién casados que elijan un solo nombre "va en contra de la igualdad ante la ley y la libertad de matrimonio, que están garantizadas por la Constitución."
El fallo concuerda con la decisión del Tribunal Supremo en 2015, que también lo consideró constitucional, pero instó a los legisladores a debatir una proyecto de ley que aborde las crecientes peticiones de flexibilizar los requisitos.
Las solicitudes han ido en aumento en los últimos años. Las parejas aducen que las "razones del veredicto de 2015 ya no son válidas dados los cambios en la sociedad", señaló la agencia de prensa Jiji.
Los miembros del Tribunal Supremo todavía no han ofrecido los detalles del dictamen.
Según la legislación existente, las parejas pueden optar por adoptar el apellido del marido o de la mujer cuando se casan. Pero, en la práctica, la gran mayoría de parejas elige el del marido.
La regla del apellido ha estado vigente desde finales del siglo XIX como parte de un sistema familiar que reúne a los miembros bajo el cabeza de familia, generalmente un hombre.
Los partidarios dicen que tener un solo apellido es importante para promover los lazos familiares y consideran los esfuerzos para cambiar las reglas como un ataque a los valores tradicionales.