EE.UU.

Biden no se hace "ilusiones" sobre negociaciones nucleares con Corea del Norte

Sebastian SmithWashington, Estados Unidos

Joe Biden reconoció el pasado viernes que no existe un camino fácil para lograr que Corea del Norte renuncie a sus armas nucleares y reafirmó su compromiso "férreo" con la alianza entre Estados Unidos y Seúl tras reunirse con el presidente surcoreano Moon Jae-in.

"No nos hacemos ilusiones sobre la dificultad, absolutamente ninguna. Las últimas cuatro administraciones (estadounidenses) no han logrado el objetivo. Es un objetivo increíblemente difícil", dijo el mandatario estadounidense en la prensa en una conferencia de prensa junto a su homólogo surcoreano en la Casa Blanca.

También anunció que había nombrado al veterano diplomático Sung Kim, exembajador de Estados Unidos en Seúl, como enviado especial para Corea del Norte.

Frente a una Corea del Norte con armas nucleares y a una China cada vez más asertiva, Biden enfatizó su fe en las alianzas tradicionales de Estados Unidos.

Así, calificó la asociación con Corea del Sur como "el eje de la paz y la seguridad" y prometió un "enfoque compartido" para hacer frente a Corea del Norte.

Dijo que durante sus conversaciones en la Casa Blanca, él y Moon abordaron temas como la "libertad de navegación" en el Mar de China Meridional y la "paz y estabilidad" en torno a Taiwán, cada vez más amenazadas por Pekín.

Moon calificó a su vez la desnuclearización de la península coreana como "la tarea común más urgente".

Mientras Donald Trump trató a los socios extranjeros alternativamente como competidores comerciales feroces o aprovechadores, Biden volvió a apoyarse en las alianzas democráticas forjadas en los sangrientos conflictos del siglo XX como núcleo para mantener la supremacía estadounidense.

Y se ha movido rápidamente para restablecer el equilibrio anterior, con la vista puesta en el desafío planteado por China.

Moon llegó a Washington como el segundo invitado extranjero de Biden. El primer ministro japonés Yoshihide Suga fue el primero, en abril.

A su llegada, Moon declaró que Corea del Sur y Estados Unidos comparten la "misma alma", forjada en la guerra contra Corea del Norte a principios de los años 50, en épocas de Guerra Fría.

Corea del Sur "siempre estará al lado de Estados Unidos en su camino de recuperación de la crisis de covid-19 y en la defensa del orden internacional liberal y democrático", dijo Moon en una reunión con la vicepresidenta Kamala Harris, antes de reunirse con Biden.

Como símbolo de la profunda y compleja historia detrás de esos vínculos, Moon presenció junto a Biden la entrega de la Medalla de Honor, el mayor honor militar estadounidense por valentía, a un veterano estadounidense de 94 años de la Guerra de Corea.

El entonces primer teniente Ralph Puckett fue herido en 1950 mientras dirigía a soldados estadounidenses y coreanos en la desesperada defensa de una colina contra una fuerza abrumadora de tropas chinas, un episodio temprano tras el decisivo ingreso de China en la guerra.

La Casa Blanca dijo que era la primera vez que un líder extranjero participa en una ceremonia de Medalla de Honor.

- Improbable reunión con líder norcoreano- La secretaria de Comercio, Gina Raimondo, y su homólogo surcoreano mantuvieron conversaciones por separado con una serie de directores ejecutivos centradas en la fabricación de alta tecnología.

Pero el grueso de la reunión entre Biden y Moon se centró en China y en el arsenal nuclear norcoreano.

La Casa Blanca sostiene que no espera llegar a un "gran acuerdo" con Pyongyang sino que privilegia "un enfoque práctico calibrado", según dijo un alto funcionario.

"Entendemos dónde los esfuerzos del pasado tuvieron dificultades y hemos tratado de aprender de ellos", señaló.

Cuando se le preguntó si consideraría hacer un seguimiento de las promocionadas pero infructuosas cumbres con el líder norcoreano Kim Jong Un, el presidente de Estados Unidos dijo que tendría que ser en términos completamente diferentes.

Señaló que "no se reunirá" con Kim a menos que exista un plan concreto para negociar sobre el arsenal nuclear.

Y criticó claramente la relación amistosa que su predecesor Donald Trump el líder norcoreano. "No haría lo que se ha hecho en el pasado reciente. No le daría ese reconocimiento internacional, que es lo que (Kim) está buscando".

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