Juego "online", a salvo de estafas

Las pasarelas de pago, sistemas que permiten abonar un producto o servicio través de internet, ofrecen seguridad y confianza para efectuar transacciones y compras, pero también pueden utilizarse como vehículo de una estafa a los jugadores en línea. Un experto explica cómo elegir las más seguras y proteger nuestros datos.

La mayoría hemos utilizado estos servicios para pagar en línea una mercancía o una prestación y estamos familiarizados con los pasos que implica su uso mediante aplicaciones web o móviles. En muchos casos desconocemos sus nombres, salvo los de las más populares, como PayPal o Amazon Pay.

Son las pasarelas de pago, plataformas tecnológicas que permiten pagar productos o servicios por medios electrónicos a través de internet, efectuando el cobro al cliente por medio de transferencia bancaria o tarjetas de crédito o débito, y utilizando datos y claves rigurosamente cifrados para asegurar la confidencialidad.

ESTAFAS EN EL JUEGO “ONLINE”

Estos sistemas de pago telemático, también conocidos como TPV (Terminal Punto de Venta) Virtual, ofrecen gran seguridad, comodidad y rapidez en las transacciones y gestiones electrónicas.

Sin embargo también se pueden efectuar estafas en el juego “online” a través de pasarelas de pago, aseguran desde PaynoPain, empresa tecnológica especializada en herramientas de pagos “online”.

“De hecho ya se ha desarticulado un grupo criminal dedicado a cometer estafas a pasarelas de pago utilizando cuentas en operadoras de juego “online”. Los implicados movieron más de 4,3 millones de dólares en poco más de dos años y generaron una pérdida patrimonial de, al menos, 425.000 dólares”, explican desde esa empresa.

“Por este tipo de fraude, Europol ha lanzado una alerta temprana para explorar este tipo de estafas en el ámbito de toda la Unión Europea”, según Jordi Nebot, director ejecutivo (CEO) de esta firma de tecnología financiera (https://paynopain.com).

La mecánica de esta estafa en concreto es compleja, pero Nebot explica algunos de sus aspectos de un modo lo más didáctico posible.

“En este caso en particular, el 'modus operandi' se iniciaba con la apertura de cuentas “online” y cuentas bancarias suplantando la identidad de los propietarios de las mismas”, explica.

“Desde estas cuentas se realizaban órdenes de pago utilizando como intermediario una pasarela hacia una plataforma de juego “online”. El punto clave de la estafa era solicitar la cancelación de la orden de pago, que igualmente llegaba al monedero de la plataforma, para así duplicar el importe y moverlo rápidamente entre cuentas bancarias”, señala Nebot.

Explica que “el interés de los apostantes al jugar no era principalmente ganar dinero, sino obtener un método para ocultar el dinero estafado a las pasarelas de pago”.

Los implicados en la estafa “hacían apuestas bastante seguras y con poco margen de beneficio con el único objetivo de justificar los ingresos en las cuentas bancarias”, según este experto.

Bajo el punto de vista de Nebot los principales afectados de esta estafa en concreto son, por un lado los usuarios, aunque “éstos están cubiertos ya que la normativa de tarjetas les ampara cuando utilizan una tarjeta por haberse apropiado un tercero de sus datos. Por otro lado resulta perjudicada la empresa, que es quien soporta el quebranto económico del fraude”, indica.

EL CIFRADO, ELEMENTO CLAVE

"En un terreno más general “los juegos “online” en los que hay más posibilidades de ser estafado son aquellos que ofrecen compras dentro de las aplicaciones, porque exponen al usuario a introducir sus datos personales, bancarios y los de sus tarjetas de crédito o débito”, de acuerdo a Nebot.

“Esto ocurre sobre todo en aquellos juegos en los que facilitar este tipo de datos de pago o cobro es un requisito para crear un perfil o una cuenta a la hora de registrarse”, según puntualiza.

Según Nebot hay más posibilidades de ser estafados en los juegos “online” si, para el pago o cobro de servicios o productos, se utilizan pasarelas de pago que no cumplen con las directivas gubernamentales para garantizar la seguridad de las transacciones electrónicas, “a través de la doble autenticación, o que no utilizan una tecnología de cifrado y protección de datos de los usuarios”.

“El cifrado es el elemento fundamental de la seguridad de datos y es la forma más simple e importante de impedir que alguien robe o lea la información de un sistema informático con fines malintencionados”, destaca.

“Las pasarelas de pago más seguras, como Paylands (http://paylands.com) ayudan a los sitios de juego “online” a parar y prevenir posibles amenazas externas a través de autenticaciones 3D Secure”, según este experto.

“Esto significa que, una vez introducidos sus datos bancarios o de una tarjeta, se reclama al usuario un código de seguridad enviado vía SMS o o ‘app’ “, explica.

“Para identificar operaciones ilícitas también se aplican unas pruebas denominadas ‘velocity checks’, que identifican el número de pagos “online” que se están haciendo desde una tarjeta en un periodo de tiempo determinado. También se contempla la procedencia de la operación, para ver si coincide el país de la tarjeta”, señala.

“En la actualidad, el usuario puede optar por distintas alternativas para evitar utilizar las tarjetas de crédito a la hora de pagar las compras en línea y reducir riesgos, como las tarjetas virtuales o tarjetas prepago que ofrecen mayor seguridad”, según Nebot

“Lo más importante es comprobar la fiabilidad de la plataforma antes de introducir datos de pago. Las de webs de juego “online” deben contar con el “certificado de juego seguro” (así se denomina la licencia del Gobierno en el caso de España)”, concluye.