Cinco hombres y una mujer aspiran a la presidencia de Nicaragua por Coalición
Cinco hombres y una mujer fueron presentados este domingo como los precandidatos a la Presidencia de Nicaragua por la Coalición Nacional, una de las facciones de la oposición, con miras a las elecciones del 7 de noviembre próximo.
Los aspirantes presidenciales son la doctora María Eugenia Alonzo, el exguerrillero contra Luis Fley, el activista afrodescendiente George Henríquez Cayasso, el líder campesino Medardo Mairena, el académico y exsecretario del Ministerio de Defensa (2004-2007) Félix Maradiaga, y el empresario y periodista Miguel Mora.
La Coalición Nacional, una de las dos principales facciones opositores, la integran el Partido de Restauración Democrática (PRD), el indígena Yatama ("Hijos de la madre tierra" en lengua miskita), y las organizaciones Fuerza Democrática Nicaragüense (FDN), Unidad Nacional Azul y Blanco, y Movimiento Campesino.
Durante un acto celebrado en un hotel de Managua, resguardado por policías, los aspirantes presidenciales por esa coalición centraron sus discursos en abogar por la unidad, por la liberación de los denominados "presos políticos", y en demandar justicia para las víctimas de las manifestaciones antigubernamentales que estallaron en abril de 2018 y que dejaron cientos de muertos.
MENSAJES DE UNIDAD
Alonzo, la única mujer precandidata a la Presidencia por ese bloque opositor, se declaró "orgullosamente autoconvocada" y que proviene "de una familia sencilla y honrada, pero millonarios en virtudes, principios y valores".
Además de pedir justicia para las víctimas y libertad para los "presos políticos", abogó por la unidad de las fuerzas opositoras, se pronunció a favor de eliminar la reelección presidencial, e invitó a la periodista Cristiana Chamorro, hija de la expresidenta Violeta Barrios (1990-1997) y del héroe nacional Pedro Joaquín Chamorro, y que también aspira a la Presidencia, a sumarse.
El exguerrillero contra Fley también abogó por la unidad para salir de la "dictadura" y los nicaragüenses "no sigamos patinando como con una banda de hacer ejercicios".
Prometió, en caso de llegar a la Presidencia, reducir el Estado, sacar a Nicaragua de la Corte Centroamericana de Justicia "que no sirve para nada", enviar a "retiro a toda la cúpula de la Policía Nacional", y nombrar una fiscalía especial que investigue las muertes ocurridas en el marco de las protestas contra Ortega.
¿APUESTAN A SER LA SEGUNDA FUERZA?
Por su lado, el activista afrodescendiente Henríquez criticó a los opositores que se rehúsan a formar un solo bloque opositor.
"Hay dirigentes que apuestan a ser la segunda fuerza política del país y no están apostando a un cambio de Gobierno y aquí la gente no es bruta, no es tonta y ya sabemos quienes son", lanzó el político, sin mencionar a nadie.
"Desde la Coalición Nacional todavía estamos apostando a la creación de un bloque consolidado de oposición en contra de este régimen", afirmó.
Maradiaga, que estuvo exiliado, pidió, por su lado, un minuto de silencio por las víctimas y dijo que "es difícil afirmar que somos una nación auténticamente independiente".
Observó que en Nicaragua no existe libertad individual, libertad de prensa, que los funcionarios "obedecen a una familia en el poder", y el "régimen reprime" al que piense diferente.
AUGURAN CAMINO LARGO Y DIFÍCIL
Mairena, que guardó prisión en el marco de la crisis, se solidarizó en cambio con los familiares de las víctimas, de los "presos políticos" y los exiliados.
Asimismo, abogó por la unidad de la oposición y dijo que "estamos a tiempo" para "que el pueblo tenga oportunidad de escoger con quien se sienta mejor representado".
"Con el sandinismo en el poder no habrá esperanza, ni futuro para nuestros jóvenes, las pensiones no podrán recuperar su valor real, seguirá subiendo la energía y los combustibles, igual que la canasta básica", señaló, por su lado, el periodista Mora, que también guardo prisión.
El político y comunicador dijo que "el camino será largo y difícil, porque optamos por la vía más dura: el camino de la resistencia cívica y pacífica", pero que aún así, vencerán.
Al final del acto, los aspirantes a la Presidencia firmaron un acuerdo en el que aceptan someterse a un "un método inclusivo que garantiza la libre competencia en igualdad de condiciones de todos los candidatos" para elegir al candidato.
Los opositores buscan cómo derrotar a los sandinistas, dirigidos por Daniel Ortega, de 75 años, que el 10 de enero cumplió 14 años consecutivos en su segunda etapa como presidente de Nicaragua, tras coordinar una Junta de Gobierno de 1979 a 1985, y presidir por primera vez el país de 1985 a 1990.