Ausencias aparte, Cumbre Iberoamericana busca superar COVID
Con una agenda enfocada en impulsar la vacunación contra el COVID-19 y la recuperación económica de América Latina y la Península Ibérica, representantes de 22 países se conectaron este miércoles con Andorra para su primera cumbre desde el inicio de la pandemia.
La cita comenzó con un minuto de silencio por las más de tres millones de víctimas que se ha cobrado el coronavirus en todo el mundo. América Latina, con el 8% de la población mundial, acumula casi el 30% de esas muertes, una razón de peso para acelerar el acceso universal y equitativo a las vacunas.
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, expresó a los líderes su preocupación por el desigual reparto de vacunas, pidió más contribuciones al mecanismo COVAX auspiciado por la ONU para extender el acceso a la inmunización y apeló a duplicar la fabricación global de sueros.
“Si esta peligrosa tendencia de nacionalismo de vacunas y acuerdos paralelos continúa la vacunación en los países en desarrollo podría llevar años, retrasando aún más la recuperación mundial”, advirtió Guterres. “La campaña de vacunación es la mayor prueba moral de nuestro tiempo”.
Con tan sólo el 7% de las dosis distribuidas globalmente y menos de un 9% de la población con al menos un pinchazo, América Latina necesita acelerar la inmunización puesto que sigue sufriendo la pandemia de forma desproporcionada.
El presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, había sido muy crítico la víspera de la reunión con los mecanismos globales de solidaridad que habían fallado en hacer llegar vacunas a países de renta media y baja. A él se fueron sumando, uno por uno, muchos de los líderes, aunque con marcadas diferencias.
El presidente de Bolivia, Luis Arce, abogó por “una pronta modificación de los estándares internacionales que protegen la hegemónica industria farmacéutica a costa del perjuicio de miles de millones de seres humanos” y reclamó la liberación de las patentes de las vacunas y los fármacos contra el COVID-19. Su homólogo argentino, Alberto Fernández, pidió en cambio un sistema que reconozca las patentes pero que permita otorgar licencias para reforzar su producción.
“Los derechos de propiedad intelectual deben ayudar y no ser un freno”, dijo el presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez, quien prometió trasladar la cuestión a la Unión Europea. Sánchez también anunció que España donará un mínimo de 7,5 millones de dosis para la región este año a través del mecanismo COVAX cuando la mitad de su población esté vacunada.
Aunque la mayoría de los líderes se conectan de forma telemática, las asistencias y ausencias han generado revuelo. Los presidentes de Nicaragua, Daniel Ortega, y de Venezuela, Nicolás Maduro, se sumaron a última hora a los mandatarios de Brasil, México, Paraguay y El Salvador que se habían excusado de participar en la cumbre bianual.
El gobierno de Venezuela comunicó que sería la vicepresidenta Decy Rodríguez quien representará al país.
La invitación a Maduro, que los organizadores justificaron por plegarse a los gobiernos representados en Naciones Unidas, y la ausencia del opositor Juan Guaidó, al que muchos de los países participantes reconocen como presidente encargado de llevar a Venezuela a unas nuevas elecciones, había creado fricciones que no pasaron por alto en los discursos de algunos mandatarios.
El presidente de Colombia, Iván Duque, exigió la convocatoria de elecciones en Venezuela para acabar con “la más opresora de las dictaduras que se haya visto”, mientras que el chileno Sebastián Piñera propuso que “el pleno y total compromiso y respeto a la democracia deben ser la condición necesaria para integrar esta comunidad de países iberoamericanos”.
El presidente saliente de Ecuador, Lenín Moreno, se unió a la petición: ”No puedo aceptar que se incorpore a la delegada o delegado de un gobierno que no cumple ni la ética política ni el buen gobierno, ni mucho menos el respeto a los derechos humanos de ese pueblo al que dice representar.”
Sí se estrenó en el foro Miguel Díaz-Canel, el presidente cubano recién elevado al cargo de primer secretario del Partido Comunista de Cuba. Díaz-Canel aprovechó su discurso para denunciar las sanciones de Estados Unidos contra su país y la vecina Venezuela, que dijo que habían recrudecido durante la pandemia.
Debido al reciente aumento de contagios, a la pequeña nación montañosa enclavada entre España y Francia sólo han acudido el monarca español Felipe VI y su presidente, Sánchez; el presidente y primer ministro portugueses Marcelo Rebelo de Sousa y António Costa, así como Giammattei -cuyo país acogió la última cumbre en 2018- y el mandatario de República Dominicana, Luis Abinader, que tomará el relevo para la siguiente, prevista para fines de 2022.
La cumbre también busca agilizar el desembolso de fondos comprometidos y ampliar la financiación internacional más allá de los préstamos condicionados que en el pasado han sido un yugo para muchos países.
Argentina y España promovieron una carta para que el Fondo Monetario Internacional establezca un nuevo mecanismo de financiación de hasta 100.000 millones de dólares para países de renta media especialmente afectados por la pandemia.