Firman un acuerdo seguridad fronteriza
Estados Unidos llegó a un acuerdo con México, Guatemala y Honduras para que fortalezcan temporalmente la presencia de sus fuerzas de seguridad en sus fronteras a fin de evitar la llegada masiva de migrantes a la frontera estadounidense.
El acuerdo fue alcanzado después de que Estados Unidos registró en marzo un número récord de menores no acompañados que intentaban cruzar la frontera sur, y la cifra más elevada de encuentros de la Patrulla Fronteriza con migrantes en esa frontera —poco menos de 170.000— desde marzo de 2001.
La secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, anunció que México mantendrá 10.000 efectivos en su frontera, mientras que Guatemala envió 1.500 policías y militares a la suya y Honduras despachó 7.000 policías y militares “a fin de dispersar un amplio contingente de migrantes” allí. Además, Guatemala erigirá 12 controles viales en la ruta migratoria del país.
Un funcionario de la Casa Blanca informó que Guatemala y Honduras estaban desplegando los efectivos temporalmente en respuesta a una gran caravana de migrantes organizada a fines de marzo. Por su parte, el gobierno mexicano anunció ese mes el fortalecimiento de sus medidas de seguridad y su despliegue de efectivos.
“El objetivo es hacer más difícil la travesía y dificultar más el cruce de las fronteras”, expresó Psaki.
Añadió que el acuerdo fue resultado de “una serie de conversaciones bilaterales” entre Estados Unidos y los gobiernos de las tres naciones. Si bien la vicepresidenta Kamala Harris ha sido nombrada como la encargada de las gestiones diplomáticas para atenuar el alza en el número de migrantes que llegan a la frontera estadounidense, Psaki se negó a dar detalles de la participación de Harris en estas gestiones, afirmando solamente que se trató de consultas “a varios niveles”.
Indicó que Roberta Jacobson, quien a fines de mes dejará su cargo como coordinadora de gestiones en la frontera sudoccidental, participó en las conversaciones.
El aumento en la llegada de migrantes a la frontera se está convirtiendo en un gran desafío para la presidencia de Joe Biden.
La cantidad de migrantes que arribaban empezó a aumentar en el último año de la presidencia de Donald Trump, pero se aceleró más bajo el mandato de Biden, que ha revocado muchas políticas de su predecesor, incluida una que hacía que los solicitantes de asilo esperaran en México las fechas de sus audiencias en las cortes de Estados Unidos.
Entre la gente detenida por la Patrulla Fronteriza, la mayor cantidad eran mexicanos, casi todos adultos solos. Las llegadas de personas procedentes de Honduras y Guatemala ocuparon el segundo y tercer sitio, respectivamente, y más de la mitad de la gente de esos países eran familias o niños que viajaron sin compañía de un adulto.