Gran Bretaña dará prioridad a las relaciones con Asia
El gobierno británico anunció el martes que dará prioridad a sus relaciones con Asia en la próxima década, un cambio sustancial en la política exterior y las prioridades de defensa del país tras el Brexit.
El nuevo documento de estrategia concibe a Gran Bretaña “inclinándose” hacia la región Indo-Pacífico y volviéndose un factor más importante allí cuando el “centro de gravedad geopolítica y económica” se desplaza a países como China, India y Japón.
Rusia sigue siendo “la amenaza más aguda a nuestra seguridad”, dijo el gobierno, pero el lenguaje usado sobe China es más moderado. Aunque reconoce los retos representados por una China más resuelta, el documento dice que el Reino Unido planea continuar trabajando por una relación positiva en comercio e inversiones con Beijing.
Como parte de la nueva política, Londres solicitó un estatus de socio en la Asociación de Países del Sudeste Asiático y el primer ministro Boris Johnson viajará a India el próximo mes para su primera visita internacional importante desde que el Reino Unido dejó la Unión Europea.
El portaaviones de la armada real HMS Queen Elizabeth será enviado a la región este año para su primer despliegue de operaciones.
La revisión despejó además la vía para el aumento a 260 de las ojivas nucleares que tiene Gran Bretaña a su disposición, revirtiendo un paso para reducir el arsenal a 180. El documento dice que un “freno nuclear mínimo, creíble e independiente” sigue siendo “esencial para poder garantizar nuestra seguridad”.
El gobierno dijo que hará del cambio climático y la preservación de la biodiversidad su máxima prioridad internacional en la próxima década. Las prioridades anunciadas son resultado de una revisión de un año de la seguridad, la defensa, el desarrollo internacional y la política exterior de Gran Bretaña.
El anuncio del martes se produjo luego que Johnson dio a conocer en noviembre un incremento de 16,500 millones de libras (23,000 millones de dólares) en gastos militares en los próximos cuatro años, centrados en los campos de batalla futuros del espacio y la ciberguerra en lugar de en recursos tradicionales como tropas.