Bolsonaro dice que Lula inició campaña electoral basada en mentiras
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, afirmó este miércoles que el líder socialista Luiz Inácio Lula da Silva, cuyas condenas por corrupción fueron anuladas el lunes por la Corte Suprema, se encuentra ya en campaña electoral y que, sin nada bueno a mostrar, propaga mentiras y desinformación.
El líder ultraderechista respondió de esa forma a las duras críticas a la gestión del Gobierno contra la covid que el exmandatario brasileño (2003-2010) hizo este miércoles en su primera rueda de prensa desde que sus condenas fueron anuladas y quedó habilitado para disputar las elecciones presidenciales de 2022.
Pese a que el exjefe de Estado eludió afirmar si se postulará a la Presidencia en los comicios presidenciales de 2022, Bolsonaro, que ya ha admitido que intentará su reelección el próximo año, dijo que el tono de las declaraciones de Lula dejó claro que el líder socialista ya está en campaña electoral.
"La parte que vi (del pronunciamiento de Lula) fue pura campaña política. Para él todo es fácil y todo puede ser resuelto", afirmó Bolsonaro en declaraciones que concedió frente a la residencia oficial de la Presidencia a un grupo de seguidores.
En un duro ataque al actual jefe de Estado, un negacionista sobre la gravedad de la pandemia de la covid, Lula hizo una enfática defensa de las vacunas contra la covid y le pidió a los brasileños que no acaten "ninguna decisión imbécil" del actual mandatario sobre medidas para prevenir la enfermedad.
Lula, de 75 años, dijo que Bolsonaro "no fue nada en su vida" y que la covid-19 "está tomando cuenta de este país", donde el nuevo coronavirus ha causado más de 270,000 muertes y dejado 11.2 millones de contagios.
"No se justifica esa crítica del expresidente Lula, que ahora inicia una campaña (electoral). Como no tiene nada bueno para mostrar, y esa es una regla del PT (Partido de los Trabajadores), la campaña de ellos se basa en criticar, mentir y desinformar", dijo el gobernante, que considera a Lula como su principal rival político.
Agregó que Lula hace acusaciones sin fundamento cuando asegura que Brasil, uno de los países más castigados por la pandemia en el mundo y el segundo con más víctimas por covid después de Estados Unidos, está sin Gobierno y fuera de control.
De acuerdo con Bolsonaro, elegido en 2018 con un discurso de fuertes críticas a los Gobiernos del PT por los escándalos de corrupción que sacudieron a Brasil en los últimos años, Lula no tiene nada de bueno para mostrar ya que su Gobierno era basado en corrupción.
Según el mandatario, los gobernadores del PT optaron por confinar a la población de sus respectivos estados como forma de evitar la propagación de la covid sin tener en cuenta que esa medida provocaría el quiebre de las empresas y un salto del desempleo.
"Ellos solo saben de la política de quédese en casa", dijo Bolsonaro, quien acusó a esos gobernadores de asumir una política terrorista para generar pavor entre la población como herramienta para atacar a su Gobierno.
"Los confinamientos no sirvieron de nada el año pasado. Tuvimos muertes y seguimos teniendo muertes. Infelizmente, de una forma u otra, las muertes seguirán ocurriendo", dijo.
De acuerdo con Bolsonaro, en ningún momento de su pronunciamiento Lula se refirió a los millones de empleos destruidos por los gobernadores de izquierda de Brasil que obligaron a la población de sus estados a quedarse en casa.
Agregó que, si el PT estuviera en el Gobierno en este momento, con seguridad sus militantes estarían desviando los recursos destinados al combate a la covid.
"Me gustaría que señalara algún elemento de corrupción en mi Ministerio de Salud, algo que era muy común en su Gobierno. Imaginen la pandemia con Lula como presidente. Si los gobernadores del PT robaron mucho, imaginen si el PT estuviera en la Presidencia", dijo.
La decisión del lunes de uno de los magistrados de la Corte Suprema de anular las condenas por corrupción en su contra, pese a que no lo absuelve de los cargos y tan solo determina que un nuevo juez asuma los casos, le permitió a Lula recuperar sus derechos políticos y eventualmente ser postulado a la Presidencia.