Venezuela: hasta la basura pierde valor por la crisis

Ronaikel Brito camina a casa con un saco de cosas que recogió del basurero de Pavia que puede vender, en las afueras de Barquisimeto, Venezuela, el miércoles 3 de marzo de 2021. (AP Foto/Ariana Cubillos)

Ronaikel Brito camina a casa con un saco de cosas que recogió del basurero de Pavia que puede vender, en las afueras de Barquisimeto, Venezuela, el miércoles 3 de marzo de 2021. (AP Foto/Ariana Cubillos)

Lo que para algunos es basura, para otros es un tesoro y hasta ahora era su principal fuente de sustento.

Esto ha sido así para varias generaciones de venezolanos, entre ellos Ronaikel Brito, de 16 años, quien como lo hizo su madre de niña y antes de ella su abuela, sale a buscar a diario algo de valor en el vertedero de Pavia, ubicado en una árida planicie a ocho kilómetros de la ciudad occidental de Barquisimeto.

Pero ahora su labor es más complicada: la aguda crisis económica que golpea al país y la cuarentena de casi un año impuesta para evitar la propagación del nuevo coronavirus redujeron en muchos casos al mínimo las actividades productivas y han provocado que los desechos aprovechables sean muy escasos y más difíciles de encontrar.

“La realidad hoy en día es que ya no se consiguen tantas cosas como antes”, dijo Ronaikel a The Associated Press.

“Ando rebuscándome a ver qué consigo, pero no consigo casi nada”, agregó destacando que en meses recientes los niños y adultos que a diario acuden al “bote” -como llaman al terreno arenoso tamizado de basura- deben dedicar más tiempo para encontrar desechos para vender o comida en buen estado para llevar casa o para ser usada como alimento de caballos, chivos o cerdos.

Los desechos se han reducido drásticamente durante la pandemia, particularmente los alimentos procedentes de los restaurantes y mercados mayoristas que figuraban entre los más codiciados por los recolectores de basura en Barquisimeto, otrora una próspera ciudad agroindustrial donde el despilfarro de alimentos era notable.

Anualmente acaban en la basura alrededor del 14% de los alimentos del mundo, según cifras de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

En Venezuela –además de la gran cantidad de alimentos- se desechaban toneladas de envases de aluminio y prendas de vestir además de muebles, estufas y refrigeradores que terminaban en la basura tras presentar algún deterioro porque era más barato comprar cosas nuevas que repararlas.

Pero ahora, por sus elevados costos, esta costumbre parece haber quedado en el olvido.

El país sudamericano está hundido en una profunda crisis política, social y económica que muchos críticos atribuyen a dos décadas de gobiernos socialistas que han dejado al alguna vez rico país petrolero en la bancarrota.

Venezuela cursa su sexto año de recesión y sus pobladores son azotados por los altos precios de los productos fijados en dólares y los bajos salarios, en medio de una inflación de cuatro dígitos que ha condenado a millones a vivir en la pobreza. La crisis ha obligado a casi cinco millones de venezolanos a irse del país en los últimos años en busca de mejores condiciones de vida.

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