El MAS sigue sin poder conquistar las principales ciudades bolivianas
El gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS) sigue sin poder conquistar a los votantes de Santa Cruz, La Paz y Cochabamba, las mayores ciudades de Bolivia donde el partido de Evo Morales no ha podido ganar las alcaldías, además de volver a perder en El Alto, considerada uno de sus bastiones.
Las tres ciudades del llamado "eje central" más El Alto, la segunda más poblada del país, se han resistido en su mayoría al partido oficialista en los últimos años y estas elecciones municipales no fueron la excepción, según los resultados de los sondeos a pie de urna difundidos esta noche por los canales privados Unitel, Red Uno y Bolivisión.
Solamente en Cochabamba y El Alto el MAS logró alcanzar la silla edil en una ocasión, cuando ganaron el músico Edwin Castellanos y el arquitecto y líder sindical Edgar Patana, respectivamente, ambos en 2010 en los primeros comicios subnacionales celebrados desde la promulgación de la nueva Constitución un año antes.
En cambio, en Santa Cruz, el motor económico de Bolivia, y en La Paz, la sede del Gobierno y el Parlamento, los electores le han negado siempre sus alcaldías al MAS.
PLAZAS DIFÍCILES
En las dos últimas décadas, La Paz fue administrada por dos abogados, Juan del Granado y Luis Revilla, que inicialmente perteneció al partido de su predecesor y luego formó su propia organización política, Sol.bo, con la que ganó la reelección en 2015.
El MAS apostó en estos comicios por el exgerente de la empresa estatal Mi Teleférico César Dockweiler para intentar seducir al electorado paceño, que se le resistió pese a su intensa campaña acompañada en algunos momentos por el presidente Luis Arce.
Al calor de la campaña, Arce aseguró que la "única" candidatura capaz de garantizar un trabajo "de la mano con el Gobierno" era la de Dockweiler, algo que al parecer no cayó bien en La Paz, que finalmente se decantó por el exministro Iván Arias.
En Santa Cruz durante años la hegemonía fue del ingeniero Percy Fernández, alcalde de esa urbe en seis ocasiones que solo se alejó del municipio por motivos de salud en 2020.
En su lugar asumió la arquitecta Angélica Sosa, la heredera de Fernández que no logró conservar la Alcaldía, aunque tampoco la candidata oficialista, la exsenadora Adriana Salvatierra, pudo conseguirla.
Los sondeos muestran un margen estrecho entre el periodista Gary Áñez, del partido del expresidente Carlos Mesa, y el experimentado político Johnny Fernández, por lo que el ganador definitivo se conocerá cuando concluya el cómputo oficial.
CAPITAL Y BASTIÓN
La región central de Cochabamba es considerada uno de los bastiones del oficialismo entre otros motivos porque allí se encuentra la zona cocalera del Chapare, el feudo sindical y político del expresidente Evo Morales.
Esa hegemonía no es tan fuerte en la capital, Cochabamba, donde hay una polarización muy marcada entre los seguidores del MAS y sus detractores, "diferencias" reconocidas por el mismo Morales esta noche, tras conocerse los resultados extra oficiales que dan el triunfo al opositor Manfred Reyes Villa.
El exdelegado de la Defensoría del Pueblo en Cochabamba Nelson Cox no pudo darle la Alcaldía al MAS.
La sorpresa en este proceso electoral ha sido la expresidenta del Senado Eva Copa, expulsada del oficialismo por postularse con otra sigla a la Alcaldía de El Alto, otro bastión masista.
Las encuestas a pie de urna dan a Copa un amplio triunfo frente al oficialista Zacarías Maquera, con lo que el MAS perdió por segunda vez consecutiva el municipio alteño, administrado actualmente por la opositora Soledad Chapetón.
En las demás capitales regionales, el oficialismo figura en las encuestas con triunfos en Sucre, la capital constitucional de Bolivia, y la ciudad amazónica de Cobija y un resultado poco claro en Oruro, mientras que en Tarija, Trinidad y Potosí ganaron otros partidos.
LA VISIÓN DE MORALES
Para Evo Morales, los resultados regionales y municipales indican que “el MAS se consolida como primera fuerza política en la historia de Bolivia”.
Morales sostuvo que sus militantes "deben sentirse orgullosos” de ser parte de esa organización, y agradeció al "pueblo boliviano" su “compromiso” con la “patria”, las “políticas económicas” y los “programas sociales”.
El exmandatario aseguró que el MAS ganó siete de las nueve gobernaciones del país, y vaticinó que incluso podría lograr ocho, dando por hecho en algunos casos la victoria de candidatos oficialistas que probablemente vayan a segunda vuelta.