Emma Coronel, la vida de la esposa del Chapo

Emma Coronel, la esposa del narcotraficante Joaquín -el Chapo- Guzmán, ha llevado una vida salpicada por el mundo del tráfico de drogas.

La mujer, que fue arrestada este lunes por autoridades estadounidenses en el aeropuerto de Dullas del estado de Virginia por acusaciones que la implican en una red de narcotráfico internacional, no solo es conocida por su relación con el Chapo, sino también por sus vínculos con familiares relacionados con la venta y el tráfico de drogas.

Es hija de Inés Coronel Barreras, un narcotraficante mexicano condenado y ex líder de alto rango del Cartel de Sinaloa.

De acuerdo a las agencias de noticias EFE y AFP, Coronel Barreras fue detenido por las fuerzas de seguridad mexicanas en Agua Prieta, Sonora, el 30 de abril de 2013. Fue condenado a 10 años de prisión el 28 de abril de 2017 por tráfico de drogas y posesión ilegal de armas de fuego.

También es sobrina de Ignacio Coronel, quien fue socio del "Chapo" y uno de los fundadores del Cartel de Sinaloa. Este fue asesinado a balazos durante una pelea en México el 29 de julio de 2010.

Emma Coronel Aispuro tiene 31 años. Tuvo mellizas con Guzmán hace nueve años, y ahora enfrenta cargos de conspiración por traficar cocaína, metanfetamina, heroína y marihuana para su importación a los Estados Unidos.

Según documentos judiciales, en 2015 la exreina de belleza presuntamente colaboró para ayudar a Guzmán a escapar de prisiones mexicanas, incluida la fuga de la prisión del Altiplano, ubicada en Almoloya de Juárez.

Este martes está previsto que Coronel comparezca ante el Tribunal de Distrito de Estados Unidos a través de una videoconferencia, indicó el Departamento de Justicia estadounidense en un comunicado.

Coronel estará representada por los abogados que representaron al Chapo en su juicio de 2019 Jeffrey Lichtman y Mariel Colón Miró.

Su vida

Emma Coronel Aispuro nació el 3 de julio de 1989 en California y reside en México. En 2006 ganó un certamen de belleza llamado el Festival de la Guayaba el día que conoció al Chapo Guzmán, ella tenía 17 años y él 49 y dos matrimonios anteriores con una decena de hijos más un pasado criminal conocido para esas fechas.

Llevaba en ese entonces ocultándose de las autoridades casi seis años, luego de su fuga supuestamente en un carrito de lavandería en 2001 de la cárcel de máxima seguridad de Puente Grande, en Jalisco.

La modelo declaró al periódico New York Times que en aquel momento comenzó “una bonita amistad” entre Emma y Joaquín que con el paso del tiempo los hizo novios.

Fue un romance rápido, pues la boda se celebró cuando ella cumplió la mayoría de edad: “Cuando cumplí los 18 años nos casamos en una ceremonia muy sencilla, con familia y solo con amigos cercanos”, relató.

La boda ocurrió en el verano de 2007. Se celebró en el pueblo de La Angostura, municipio de Canelas, en la sierra de Durango.

Después se convirtió en la madre de las hijas menores del Chapo Guzmán, las mellizas Emaly y María Joaquina.

Durante el juicio a su esposo en 2019 Coronel anunció luego el lanzamiento de una línea de ropa que llevaría el nombre de su marido y sus iniciales, JGL.

Meses después, apareció como invitada en el reality show "Cartel Crew" del canal abonados VH1, que sigue a familiares de personas vinculadas al narcotráfico.

"Coronel creció con conocimientos de la industria del narcotráfico", indica la declaración jurada del agente del FBI que solicitó la detención de la esposa de "El Chapo", señalando que ella estaba al corriente de los envíos de droga de su marido y sabía que las ganancias que ella controlaba durante su matrimonio derivaban de esos envíos.

Sobre su esposo

Joaquín -el Chapo- Guzmán, de 64 años, era líder del cartel de Sinaloa, considerado el narcotraficante más poderoso del mundo antes de ser extraditado a Estados Unidos en 2017. Fue sentenciado a cadena perpetua en julio de 2019 y hasta el momento cumple su condena en una prisión de alta seguridad en el estado de Colorado.

En 2019 durante el juicio histórico de tres meses en la ciudad de Nueva York, Coronel asistió fielmente casi cada día, mirando y sonriendo a su marido, entonces de 62 años, desde el banco del público. Pues la joven de unos 29 años en aquel momento no se le permitió visitar ni hablar por teléfono con su esposo.