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Se desprenden piezas de avión de pasajeros y caen en suburbios de Denver

Varias personas echan un vistazo a partes de un avión de pasajeros que se desprendieron y cayeron sobre un vecindario en Broomfield, Colorado.

GILLIAN FLACCUS y DAVID ZALUBOWSKIBROOMFIELD, Colorado, EE.UU. (AP)

Varias piezas de un avión de United Airlines cayeron el sábado en suburbios de Denver durante un aterrizaje de emergencia después de una falla catastrófica en uno de sus motores, cuyas partes se desplomaron sobre un vecindario donde por poco dan contra una casa.

La aeronave aterrizó a salvo y nadie a bordo o en tierra resultó herido, informaron las autoridades.

La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA por sus siglas en inglés) indicó en un comunicado que el Boeing 777-200 regresaba al Aeropuerto Internacional de Denver debido a una falla en el motor derecho ocurrida después del despegue. El Vuelo 328 se dirigía de Denver a Honolulu al momento del incidente, según la agencia.

United Airlines señaló en un comunicado que 231 pasajeros y 10 miembros de la tripulación iban a bordo. Todos los pasajeros serían colocados en un nuevo vuelo a Hawai, aseguró la aerolínea.

El Departamento de Policía de Broomfield publicó fotografías en Twitter de unas piezas grandes y circulares que cayeron del avión y estaban recargadas en una casa en el suburbio, a unos 40 kilómetros (25 millas) al norte de Denver. La policía ha pedido que si alguna persona resultó herida lo haga saber.

Los pasajeros relataron haber vivido una experiencia aterradora que comenzó poco después del despegue de la aeronave llena de vacacionistas.

El avión había alcanzado casi su altitud de crucero y el capitán hacía un anuncio por el interfono cuando una gran explosión sacudió la cabina acompañada de un destello brillante.

“El avión comenzó a sacudirse violentamente, perdimos altitud y comenzamos a descender”, dijo David Delucia, que estaba sentado contiguo al pasillo justo en el lado donde falló el motor. “Cuando sucedió inicialmente pensé que todo había acabado. Creí que nos estrellaríamos”.

Delucia y su esposa metieron sus carteras con sus licencias de manejo en sus bolsillos para que “si nos estrellamos puedan identificarnos”, afirmó Delucia, que continuaba temblando mientras esperaba tomar otro vuelo a Honolulu.

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