Caso de niña refleja injusticia racial hacia menores
Una niña negra de nueve años estaba esposada y parcialmente sentada en el asiento trasero de un auto de la policía. Estaba desconsolada, pidiendo la presencia de su padre, mientras varios policías blancos se impacientaban cada vez más, forcejeando con ella para introducirla por completo al vehículo.
“Esta es tu última oportunidad”, le advirtió uno. “De lo contrario, rociaremos gas lacrimógeno en tu globo ocular”.
Menos de 90 segundos después, la niña había sido rociada y gritaba “Por favor, ¡limpien mis ojos! Limpien mis ojos, ¡por favor!”.
Lo que inició como un reporte de “problema familiar” en Rochester, Nueva York, terminó con los policías tratando a una niña de cuarto grado como sospechosa de un delito. El caso que causó indignación fue el ejemplo más reciente del maltrato aplicado por agentes del orden hacia personas de raza negra.
Al tiempo que Estados Unidos pasa por un nuevo recuento de la brutalidad policial y la injusticia racial tras la muerte del afroestadounidense George Floyd en mayo pasado, la manera en que la menor fue tratada deja claro que ni los niños están exentos.
Los estudios muestran que los niños de raza negra suelen ser tratados como personas más grandes de lo que realmente son, y que son más propensos a ser considerados amenazantes o peligrosos.
Desde hace tiempo los activistas han sostenido que eso causa que la policía los trate de una manera que no se atreverían a usar con menores de edad blancos. En algunos casos este trato ha sido fatal, como con la muerte de Tamir Rice, un niño negro de 12 años baleado por un policía blanco en Cleveland en 2014.
“A los menores negros nunca se les ha dado la oportunidad de ser niños”, afirmó Kristin Henning, profesora de Derecho y directora de la Clínica e Iniciativa de Justicia Juvenil en el centro de Derecho de la Universidad de Georgetown.
Un estudio publicado en la revista Pediatrics a finales de 2020 reveló que los niños y adolescentes de raza negra tienen seis veces más posibilidades de morir baleados por la policía que los menores blancos. En el estudio fueron analizados datos sobre el uso de la fuerza policial en incidentes ocurridos de 2003 a 2018 que involucraron a personas de entre 12 y 17 años.
“Los niños negros realmente ha sido considerados como de mayor edad, más culpables, menos dispuestos a la rehabilitación y menos merecedores de las nociones occidentales de inocencia y las nociones occidentales de niñez”, subrayó Henning.