Senadores de EEUU estupefactos por video en el juicio de Trump
TODO CAMBIÓ CUANDO EL CONGRESISTA JAMIE RASKIN REPRODUJO UN VIDEO DE 13 MINUTOS MOSTRANDO ALGUNOS DE LOS MOMENTOS MÁS VIOLENTOS DE LA ASONADA
Las imágenes de una turba de partidarios de Donald Trump irrumpiendo en el Capitolio dejaron estupefactos el martes a los senadores estadounidenses en el inicio del juicio político del expresidente.
Aunque las solemnes normas que rigen este proceso en la Cámara Alta requieren que los 100 senadores permanezcan en silencio "bajo pena de prisión", un ambiente informal prevalecía entre los republicanos del Senado al iniciarse la sesión.
Marco Rubio hojeaba un libro. Richard Burr, sin calcetines según su costumbre, llenaba el escritorio de bocadillos preparándose para una larga jornada. La senadora novata Cynthia Lummis, sin tapabocas durante 30 minutos, examinaba unos documentos. Tom Cotton trabajaba en una hoja de cálculo.
Incluso cuando el líder de la mayoría demócrata del Senado, Chuck Schumer, abrió el procedimiento describiendo la acusación de "incitación a la insurrección" contra Trump como uno de "los cargos más graves jamás presentados contra un presidente de Estados Unidos", muchos republicanos recibieron la declaración con un gesto de indiferencia colectiva.
Pero todo cambió cuando el congresista Jamie Raskin, que encabeza la acusación demócrata, reprodujo un video de 13 minutos mostrando algunos de los momentos más violentos de la asonada a la sede del Congreso el 6 de enero, que dejó cinco muertos.
Los senadores quedaron paralizados por las imágenes y el audio del caos. Demócratas y republicanos por igual permanecían duros en sus asientos mientras se oían algunos de los epítetos más groseros proferidos alguna vez en el venerable recinto.
Luego, vieron las escalofriantes imágenes de un autoproclamado chamán de las teorías conspirativas del movimiento QAnon y otros invasores tomando el control del Senado después de que muchos de los legisladores, los mismos que formaban parte del jurado este martes, huyeran para salvar sus vidas.
"No es muy frecuente que haya un juicio en la escena del crimen", dijo a la AFP el senador demócrata Chris Murphy poco antes de que comenzaran los procedimientos, hablando de la emoción que podría pesar en los senadores al juzgar a Trump.
"Fue nuestra cámara la que fue violada", agregó.
"Todos fuimos testigos de la insurrección, la vivimos de primera mano", dijo otro demócrata, el senador Ben Cardin. "Es algo personal para quienes estuvimos en peligro".
"No puede ser nuestro futuro"
Pero el senador republicano Bill Cassidy dijo que no se dejaría atrapar por esas emociones.
"Los escenarios en los que llevamos a cabo el juicio no hacen que (los eventos del 6 de enero) sean más vívidos para mí", dijo Cassidy. "Son lo suficientemente vívidos en sí mismos".
También lo fueron para Raskin. El congresista de Maryland, aún en duelo tras el suicidio de su hijo de 25 años a fin de año, debió contener las lágrimas al recordar cómo su hija y su yerno, que lo acompañaron al Capitolio ese día, "pensaron que iban a morir".
Raskin señaló las varias muertes y las espantosas heridas causadas por el ataque.
"Hubo gente a la que le lastimaron los ojos, un oficial tuvo un ataque al corazón, otro perdió tres dedos ese día", dijo, antes de agregar que policías se suicidaron desde entonces.
"Senadores, este no puede ser nuestro futuro", dijo, implorando a la Cámara Alta que no disponga la llamada "Excepción de enero" que permitiría a un presidente estadounidense evitar el castigo en las últimas semanas de su mandato.
"Este no puede ser el futuro de Estados Unidos".
Mientras tanto, el Capitolio permanecía cerrado, con cercas de metal y miembros de la Guardia Nacional fuertemente armados rodeando el edificio.
Dentro de la cámara, las galerías públicas, donde un hombre con bridas usadas para detener a las personas fue captado en una escalofriante imagen el 6 de enero, estaban casi vacías, ya que los ciudadanos comunes tenían prohibido asistir.