EE.UU.

Biden avanza en su promesa de desmontar medidas antiinmigrantes de Trump

El presidente de EE.UU., Joe Biden, avanzó este martes en su propósito de desmontar el legado de su antecesor, Donald Trump, al anunciar un conjunto de órdenes dirigidas a reunir a las familias separadas, restaurar el sistema de asilo y abordar con sus socios regionales las causas de la inmigración.

Biden rubricó las medidas horas después de que el Senado confirmara al cubano-estadounidense Alejandro Mayorkas como el primer hispano e inmigrante que asume el cargo de secretario de seguridad nacional del país.

"No estoy haciendo una nueva ley, estoy eliminando las malas políticas", afirmó Biden durante un breve acto en el Despacho Oval, en el que aprovechó para felicitar a Mayorkas por su confirmación en el cargo y lo puso al frente del esfuerzo de su Gobierno para lograr la aprobación en el Congreso de su ambiciosa ley de inmigración.

Biden indicó que con estas órdenes busca "fortalecer el sistema de inmigración" basado en las acciones ejecutivas que anunció en su primer día en la Casa Blanca.

En su primera jornada, el líder demócrata suspendió la construcción del muro fronterizo con México, levantó el veto a la llegada de migrantes de países de mayoría musulmana y blindó el programa DACA, que protege de la deportación a 650.000 jóvenes indocumentados traídos por sus padres al país, conocidos como "soñadores".

El mandatario aseguró que está abordando muchas de las órdenes ejecutivas promulgadas por su antecesor y que consideró eran "contraproducentes" para la seguridad y la inmigración.

REUNIR A LAS FAMILIAS

En primer lugar, el gobernante firmó una orden que crea un grupo de trabajo que tendrá por objetivo reunificar a los menores que fueron separados de sus padres tras cruzar la frontera bajo el Gobierno de Trump.

"Vamos a trabajar para deshacer la vergüenza moral y nacional de la Administración anterior que, literalmente, no en sentido figurado, arrancó a los niños de sus familias, las madres y los padres en la frontera, sin ningún plan, ninguno en absoluto, para reunificar a los niños que siguen bajo custodia y a sus padres", subrayó Biden

El grupo trabajará con representantes de las familias afectadas y aliados en los países del continente para encontrar a los padres de los menores que todavía siguen bajo custodia del Gobierno.

La separación de miles de familias inmigrantes que atravesaron la frontera con México sin documentos fue una de las decisiones más controvertidas de la Administración de Trump, que se valió para ello de la denominada política de "tolerancia cero", anunciada en abril de 2018, aunque esta práctica comenzó como un programa piloto en julio de 2017.

Un fallo de junio de 2018 frenó la aplicación de esa política y posteriormente se estimó que alrededor de "2,551 niños separados estaban cubiertos por la orden judicial".

Un grupo de abogados designado por un tribunal federal para las reunificaciones admitió que no ha podido localizar a los padres de 545 niños apartados de sus familias entre 2017 y 2018.

GESTIONAR LA MIGRACIÓN

Otra de las decisiones aborda las causas de la migración y para ello se crea un marco regional.

La iniciativa plantea trabajar con la sociedad civil, los organismos internacionales y los Gobiernos de Norte y Centroamérica, en especial de El Salvador, Guatemala y Honduras, para atender la migración.

La estrategia también apunta a fortalecer los sistemas de asilo y la capacidad de reasentamiento en los países de Centroamérica, así como restaurar y fortalecer el sistema de asilo en Estados Unidos.

Además, ordena al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) que revise el programa Protocolos de Protección a Migrantes (MPP, en inglés), también conocido como "Permanezcan en México", por el cual más de 60.000 solicitantes de asilo fueron devueltos a ese país para esperar por su proceso.

Ya Biden había ordenado suspender las nuevas inscripciones en ese programa.

Finalmente, la tercera orden ejecutiva busca revisar "de arriba a abajo" todas las medidas recientes aprobadas por el Gobierno de Trump que han "establecido barreras" al sistema legal de inmigración, en especial la norma conocida como "carga pública", destinada a penalizar a los inmigrantes por el uso de beneficios públicos.

Según Biden, esta orden "restaura la fe en el sistema de inmigración" y fortalece la inclusión de los nuevos estadounidenses.

UN INMIGRANTE, LA MANO DERECHA

Para poner en marcha su estrategia migratoria, Biden contará con Mayorkas, un exfiscal y exfuncionario curtido en asuntos migratorios, al frente del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés), la agencia encargada de proteger al país, resguardar fronteras y aplicar las leyes migratorias.

Mayorkas, de 61 años y quien llegó al país en 1960, será en la práctica la mano ejecutora de Biden.

"Espero su liderazgo y trabajo con el Congreso en muchos temas, incluido el proyecto de ley de inmigración que creo que tiene un gran apoyo en ambas cámaras", dijo el gobernante al referirse al nuevo funcionario.

La nominación de Mayorkas, que se desempeñó como subsecretario del DHS entre 2013 y 2016 y además fue director de Servicios de Ciudadanía e Inmigración de EE.UU., recibió el visto bueno de la Cámara Alta con una votación 56-43.

A diferencia de sus colegas de gabinete, que alcanzaron un mayor respaldo en el Senado, la cerrada votación de Mayorkas pareció un anticipo de largo camino que deberá emprender para llevar a buen puerto la promesa de Biden de convertir de nuevo a Estados Unidos en un país de inmigrantes.

Tras conocerse los anuncios, la vicepresidenta de defensa de la organización bipartidista FWD.us, Alida García, agradeció que la Administración de Biden continúe "tomando medidas para revertir las devastadoras políticas de la Administración anterior en la frontera sur que llevaron a la separación de miles de familias y bloquearon a decenas de miles de personas que huían de la violencia y la persecución" del derecho al asilo.

Por su parte, Shelby Gonzales, directora de política de inmigración en el Center on Budget and Policy Priorities, destacó que estas acciones "representan un paso importante para garantizar que EE.UU. nuevamente les dé la bienvenida a personas que desean construir una vida en este país"