Los haitianos toman de nuevo las calles para pedir la renuncia de Moise
En la capital, Puerto Príncipe, así como en las ciudades de Petit-Goave, Mirebalais, Verretes y en St-Marc los manifestantes levantaron barricadas y lanzaron piedras a lo largo de todo el recorrido
Cientos de haitianos tomaron este domingo las calles de varias ciudades del país para exigir que el presidente Jovenel Moise abandone el poder el 7 de febrero, fecha en la que, aseguran, termina su mandato.
En la capital, Puerto Príncipe, así como en las ciudades de Petit-Goave, Mirebalais, Verretes y en St-Marc los manifestantes levantaron barricadas y lanzaron piedras a lo largo de todo el recorrido, en el primer día de una semana de protestas que culmina el 7 de febrero, cuando se cumplen cuatro años del mandato de Moise.
Al menos un manifestante resultó herido a bala en la capital en un incidente aún no esclarecido y del que se acusa a la Policía.
LA OPOSICIÓN ANIMA LAS PROTESTAS
En la capital, los manifestantes respondieron al llamado de varios partidos y organizaciones de la oposición, entre ellos el Partido Político Pitit Dessalines, dirigido por el excandidato presidencial Jean Charles Moise.
"Pueblo de Haití, no se vayan a casa. Movilizarnos hasta la salida de Jovenel Moise el 7 de febrero", dijo Jean Charles Moise al final de la manifestación en el Champ de Mars, donde terminó la manifestación de Puerto Príncipe no muy lejos del Palacio Nacional.
Los manifestaron exigieron que se respete el artículo 134-2 de la Constitución de 1987.
Moise asumió el poder el 7 de febrero de 2017 para cumplir un mandato de cinco años, por lo que según sus cuentas retendrá la jefatura del Estado hasta 2022, para lo que cuenta con el apoyo de la Organización de Estados Americanos (OEA), Estados Unidos y otros países.
Sin embargo, la oposición argumenta que el mandato de Moise termina en febrero de 2021 debido a que el citado artículo de la Constitución prevé un adelanto del inicio del período presidencial si hay problemas con el recuento de votos en las elecciones.
Consideran que este artículo es aplicable a este caso por lo que ocurrió con las elecciones de 2015, que fueron anuladas por denuncias de fraude, y fueron repetidas en 2016.
ACUERDO POLÍTICO Y LLAMADO A HUELGA
Coincidiendo con las manifestaciones, varias agrupaciones de la oposición anunciaron que arribaron a un acuerdo para la "transición" después de Moise, y que contempla colocar a un juez de la corte de Casación (supremo) al frente del país.
El único partido que no se sumó fue Fanmi Lavalas, del expresidente Jean Bertrand Aristide, ya que, de acuerdo con algunos medios, no favorece que un juez asuma el Poder en un eventual Gobierno de transición.
En tanto, decenas de sindicatos, organizaciones y asociaciones convocaron para mañana y el martes una huelga general, que podría extenderse dependiendo de los resultados.
Los días previos al 7 de febrero se prevén tensos debido a la intensificación de los movimientos de protestas anunciados, mientras se advierte de que muchas personas han abandonado la capital para irse a otras ciudades y a la República Dominicana, país fronterizo con Haití.
Asimismo, muchas escuelas han cerrado temporalmente debido a las actividades anunciadas en contra de Moise, quien esta semana reiteró que no abandonará el poder el 7 de febrero próximo, como exige la oposición, que desde hace meses intensifica las protestas en contra del Gobierno.
El periodo presidencial es de cinco años en Haití, lo que significa "que el mandato de Jovenel Moise terminará el 7 de febrero de 2022", dijo el gobernante en un discurso a través de Facebook.
UNA NUEVA CONSTITUCIÓN
En medio de la incertidumbre política, Moise promueve una reforma constitucional, que espera sea sometida a un referéndum en abril próximo, antes de las elecciones presidenciales y legislativas programadas para el 19 de septiembre.
La reforma plantea la eliminación del Senado y el cargo de primer ministro, entre otros puntos dados a conocer este viernes por el Comité Consultivo designado por el mandatario para revisar la Carta Magna.
Desde julio de 2018, Haití se enfrenta a una crisis sociopolítica y económica sin precedentes con manifestaciones, algunas de ellas violentas, y repetidos llamamientos a la dimisión del presidente por parte de diversos sectores de la sociedad civil.