Actores y autoridades cubanas se reúnen tras plantón por libertad de expresión
Un grupo de actores se reunió el martes con autoridades de la cultura en Cuba, dos meses después de la inédita manifestación en La Habana protagonizada por más de 300 artistas para pedir libertad de expresión.
Se trata del último capítulo en la relación entre el sector cultural y la revolución socialista.
Luego de una paralización del diálogo, una comisión de 10 representantes se reunió este martes por cerca de cinco horas con funcionarios del ministerio de Cultura, en nombre de 231 actores y actrices para tratar su petición de crear una Asociación Nacional de Actores de Cuba.
Al término del encuentro, los jóvenes actores, algunos participantes de la manifestación del 27 de noviembre, se negaron a comentar el resultado de la reunión antes de informar a sus compañeros.
En principio "no nos cerraron las puertas", dijo a la AFP Reinier Díaz, uno de los jóvenes actores participantes.
La reunión ocurre tras el histórico plantón de cerca de 15 horas por parte de 300 artistas frente al ministerio de Cultura el 27 de noviembre pasado.
Durante los últimos dos meses, muchos de estos jóvenes se han expresado en redes sociales, en un país donde la llegada del internet móvil hace dos años dio vuelco a la vida cotidiana.
- "La Cuba que muchos hemos soñado" - Hasta ahora las autoridades habían dicho que todo era parte de un "golpe blando" y habían respondido lanzando fuego hacia todas partes.
"Se nos echaron encima con todo, provocaciones, desde actitudes mercenarias conectadas con huelgas falsas de supuestos artistas", dijo el presidente, Miguel Díaz-Canel, al cierre de año.
Para María Isabel Alonso, experta en cultura cubana del St.Joseph's College de Nueva York, en ese ambiente "se repite también el acto de repudio y el llamar 'mercenario' a todo el que piense diferente".
La del 27N fue una manifestación política, pero "como acto poético, sin violencia, con canciones, poemas, sensibilidad de pensamiento", indicó por su parte Fernando Pérez, considerado el mejor cineasta cubano actualmente y quien fue mediador ese día.
"Esos jóvenes prefiguraron la Cuba que muchos cubanos hemos soñado y aún soñamos", indica este septuagenario cineasta que confiesa que no es "iluso" y que sabe que "el camino será largo".
La manifestación de noviembre fue heterogénea con diversos reclamos en la que primaba "la libertad de expresión para espacios independientes", agrega.
- Revolucionario y heterosexual - Desde que Fidel Castro definió la política cultural de su revolución en junio de 1961 en el discurso "Palabras a los Intelectuales", los desencuentros entre artistas y autoridades no han faltado.
"Dentro de la revolución, todo; contra la revolución, nada", fue la orientación que dio Castro a los artistas, aunque dio pie a diferentes interpretaciones.
Las desavenencias comenzaron en la década de 1960, pero alcanzaron mayor fuerza entre 1971 y 1976, en el denominado "Quinquenio gris".
Esta política adoptada bajo influencia del realismo socialista soviético generó purgas entre artistas e intelectuales que no cumplían los "parámetros", aprobados en un congreso en 1971, de ser revolucionario y heterosexual.
Otros artistas fueron "castigados" por "problemas ideológicos" y enviados a trabajar a la agricultura o la construcción.
Escritores paradigmáticos como José Lezama Lima y Virgilio Piñera fueron reducidos al ostracismo y sus obras retiradas por años de librerías y teatros.
Al menos otros 23 poetas no pudieron publicar un libro en ese quinquenio, según el ensayista Arturo Arango.
- "La paradoja" - Para María Isabel Alfonso existe "una paradoja" que es un factor común en todos estos procesos, pues "de la misma forma que se potencia el arte y la cultura, grupos de poder, institucional, cultural -no solamente político- los dinamitan, al dictaminar lo que debe ser el arte dentro de la revolución".
Pero el 27N marcó diferencias no sólo por el largo plantón frente al Ministerio de Cultura, sino porque fue una convocatoria espontánea en redes sociales que desconcertó a algunas autoridades.
"Los jóvenes han encontrado en las redes un medio para expresarse libremente y frente a esa dinámica fluida, vivaz y con el viento a favor, los estáticos medios de comunicación nacionales están, para no decirlo de una manera derrotista, en franca desventaja", dice Pérez.
Pero es un impulso de artistas e intelectuales para pedir "legitimidad en la creación independiente y el cese del avasallamiento policial y el respeto a sus derechos", añade Alfonso a la AFP.
Las autoridades tendrían que entender que "deben reformatear el disco de códigos y contenidos. Deben dejar de penalizar al que piensa diferente y abrir espacio al diálogo", concluyó.