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Entre la pandemia y el hartazgo, Perú afronta una campaña electoral atípica

"Estamos ante una campaña que no está despertando entusiasmos, tanto por la pandemia como por el hartazgo ante la política que se ha generado en los últimos años", remarcó a Efe el analista Eduardo Dargent

(Archivo)

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La campaña hacia los comicios generales de abril próximo en Perú comienza a calentar en un ambiente condicionado por las restricciones por la pandemia, el rechazo a la clase política y la poca expectativa ante las propuestas que se lanzarán en el año del bicentenario de la independencia nacional.

"Estamos ante una campaña que no está despertando entusiasmos, tanto por la pandemia como por el hartazgo ante la política que se ha generado en los últimos años", remarcó a Efe el analista Eduardo Dargent.

En efecto, la crisis económica, política y sanitaria que afronta el país suramericano desde el año pasado ha marcado el inicio de una campaña atípica por la amenaza real de la covid-19, al punto que uno de los candidatos presidenciales ha dado positivo a la enfermedad.

ALERTA SANITARIA

Desde la semana pasada, y aunque el jurado electoral aún revisa las listas para decidir si cumplen con todos los requisitos legales, varios de los candidatos iniciaron actividades que, más allá de generar interés por sus propuestas, motivaron críticas intensas por incumplir las medidas sanitarias.

Se vieron multitudes, abrazos y comidas compartidas, y todo en medio de personas que no portaban o no usaban bien las mascarillas, lo que llevó al Ministerio de Salud a anunciar que iba a dar indicaciones sanitarias específicas para la campaña.

Aunque dejó en claro que el tema tenía que coordinarse con el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), la ministra de Salud, Pilar Mazzetti, adelantó el pedido para que los eventos "sean al aire abierto, con gran distancia entre personas, en lugares fáciles de controlar en cuanto a acceso, como los estadios.

MEDIDAS Y CONTAGIO

La situación también llevó al ministro del Interior, José Elice, a asegurar que la Policía está preparada para intervenir en cualquier evento e imponer multas, aunque dijo que espera que los partidos se comprometan a respetar las reglas contra la pandemia.

Tras presentarse estas críticas y advertencias, candidatos como Keiko Fujimori suspendieron sus concentraciones públicas, algo que, definitivamente, "no ayudará" a que difundan sus propuestas por la menor "exposición en la calle", según dijo Dargent.

Precisamente, la amenaza de la pandemia se hizo palpable este martes, cuando se conoció que el candidato a la presidencia por el partido izquierdista Perú Libre, Pedro Castillo, suspendió sus actividades tras dar positivo a la covid-19 y ahora tendrá que cumplir con el aislamiento obligatorio.

DOCE FÓRMULAS INSCRITAS

Hasta el momento, de las 22 fórmulas presidenciales que han presentado su solicitud para participar en los comicios, son doce las que han sido declaradas inscritas por el Jurado Electoral Especial (JEE) de Lima, encargado de evaluar los requisitos.

Otras cuatro listas han sido declaradas improcedentes, entre ellas la del conocido empresario César Acuña, mientras que seis están a la espera de que concluya el proceso.

Las fórmulas ya aceptadas son encabezadas por Keiko Fujimori, del partido Fuerza Popular (FP); Verónika Mendoza, de Juntos por el Perú (JP); Julio Guzmán, del Partido Morado; Yonhy Lescano, de Acción Popular (AP)y Nidia Vílchez, del Partido Aprista Peruano (PAP).

También se han inscrito la de Rafael López Aliaga, de Renovación Popular; Ciro Gálvez, de Renacimiento Unido Nacional; Rafael Santos, de Perú Patria Segura; Alberto Beingolea, del Partido Popular Cristiano (PPC); Pedro Castillo, de Perú Libre; Daniel Salaverry, por Somos Perú, y Marco Arana, del Frente Amplio.

FAVORITOS Y "ANTI" VOTO

En medio de esa profusión de candidatos, aún queda por confirmar la candidatura del exfutbolista George Forsyth, quien encabeza los sondeos de opinión, aunque sin sobrepasar el 20 % de las preferencias.

Precisamente, los analistas consideran que las encuestas que aparezcan a fines de enero permitirán establecer un balance y un pronóstico más preciso sobre los candidatos con opciones reales de ocupar la presidencia peruana hasta el 2026.

Esto se debe, según Dargent, a que hay que entender que en Perú no hay muchos "apegos" partidarios, existe desconfianza hacia los políticos, un fuerte voto "anti" (contra) determinados candidatos y una gran polarización.

El analista consideró que, por ese motivo, esta puede ser "una campaña muy centrada en los ataques, en las "fake news" y, por tanto, "muy violenta, con muchas restricciones".

"Puede ser muy corta, violenta en sus términos, con espacio limitado de discusión pública, que se trasladará probablemente a las redes sociales", añadió.

¿QUE SE PUEDE ESPERAR?

En ese panorama, es muy probable que las principales propuestas estén vinculadas con la pandemia, así como en el incremento de la protección social y de la regulación de los mercados.

Aunque Dargent opinó que también pueden aparecer fuerzas conservadoras, consideró que en esta ocasión la derecha "se ha fragmentado" y bien podría sufrir el impacto de no presentar un candidato "que los represente bien".

Sobre Forsyth, sostuvo que sus posibilidades de mantener el favoritismo se basarán en si plantea o hace algo "diferente", porque "en Perú no hay gente que tenga simpatías fuertes".

OPCIONES DE MUJERES

Para Dargent, Verónika Mendoza tiene opciones de aparecer entre los cuatro favoritos en la recta final, porque "tiene un discurso más claro" para los votantes que buscan una propuesta de izquierda, pero también puede ser afectada si aparece un candidato "más duro, radical y crítico".

Las opciones de Keiko Fujimori, quien buscará por tercera vez alcanzar la presidencia peruana, son para este analista escasas, ya que sufrió el desgaste producido por el constante enfrentamiento entre su partido, Fuerza Popular, y el Ejecutivo que presidieron desde 2016 Pedro Pablo Kuczynsky y, luego, Martín Vizcarra.

"Keiko dilapidó el capital político que tenía, lo quemó en estas guerras locas con el Gobierno, es un caso emblemático a nivel internacional de dilapidar el capital que estaba construyendo", remarcó Dargent antes de reconocer que la candidata tiene "seguidores fieles" y que le pueden dar los votos necesarios para mantener la inscripción de su partido ante el jurado electoral.

"No la veo llegando a una segunda vuelta", concluyó.