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La soledad y el aislamiento social, asociados con un mayor riesgo de caídas en personas mayores

Vivir con otra persona y el contacto social frecuente pueden reducir el riesgo de caídas al aliviar el estrés

Hombre mayor mirando por la ventana. Coronavirus, Covid-19 - Archivo Europa Press

Hombre mayor mirando por la ventana. Coronavirus, Covid-19 - Archivo Europa Press

Las personas mayores que viven solas o sin contacto social pueden tener más probabilidades de caerse en sus hogares o ser ingresadas en el hospital por una caída, sugiere un estudio publicado en la revista 'Scientific Reports'.

La investigadora del University College de Londres Daisy Fancourt y sus colegas estudiaron datos de un total de 13.061 participantes de 60 años o más, recopilados entre 2002 y 2017 como parte de la encuesta English Longitudinal Study of Aging (ELSA). Analizaron los datos autoinformados sobre caídas y, cuando estaban disponibles, los registros de ingresos hospitalarios relacionados con una caída.

Las caídas son un problema importante de salud pública entre las personas mayores, y más del 50% de los participantes informaron haber experimentado una caída durante el período de estudio, mientras que el 9% tuvo un ingreso hospitalario relacionado con una caída.

Vivir solo y tener poco contacto social, que se utilizaron como medidas de aislamiento social, se asoció con un mayor riesgo de caídas autoinformadas y caídas que requirieran ingreso hospitalario en adultos mayores.

Después de tener en cuenta los factores socioeconómicos y de estilo de vida, las personas que viven solas mostraron un 18% más de riesgo de reportar una caída que las que viven con un amigo o familiar. Las personas que tenían el menor contacto social tenían un 24% más de probabilidades de informar una caída y un 36-42% más de probabilidades de ser ingresadas en el hospital por una caída que las que tenían el mayor contacto social.

Los autores sugieren que vivir con otra persona y el contacto social frecuente pueden reducir el riesgo de caídas al aliviar el estrés y permitir que se identifiquen los riesgos.

No obstante, los autores recomiendan que se realicen estudios adicionales para explorar si las medidas de aislamiento y distanciamiento social como resultado de la pandemia de COVID-19 pueden haber aumentado la incidencia de caídas en personas mayores, según los autores.