Los republicanos de Pensilvania exigen ahora al estado que revoque los resultados de las elecciones
El presidente republicano de la cámara estatal de Pensilvania, Bryan Cutler, y el líder de la mayoría del partido, Kerry Benninghoff, han formulado una petición junto a otros 73 legisladores de su partido para que el Congreso del estado revoque los resultados de las elecciones en el estado, en las que el presidente electo del país, Joe Biden, se alzó con la victoria.
Horas después de asegurar que no apostarían por esa opción, y tras las críticas públicas del equipo legal de la Casa Blanca, los firmantes republicanos pidieron la desautorización del resultado de las elecciones -- que reflejaron una victoria de 81.000 votos de diferencia para el presidente electo Biden -- y acusaron al gobernador Tom Wolf, un demócrata, de "socavar las muchas protecciones" que habían aprobado por ley hace un año para expandir la votación generalizada por correo.
"Por estas razones", escribieron a la delegación del Congreso del estado, "nosotros, los miembros abajo firmantes de la Asamblea General de Pensilvania, le instamos a que se oponga a los votos del Colegio Electoral recibidos de la Commonwealth de Pensilvania".
La carta llegó mientras el presidente saliente, Donald Trump, continuaba con sus intentos de poner en duda la integridad de las elecciones, a pesar de la falta de pruebas que respalden sus afirmaciones de fraude generalizado.
Pero la publicación de la misiva el pasado viernes también culminó unas horas vertiginosas marcadas por ataques republicanos dentro del partido y acusaciones punzantes lanzadas por los aliados más cercanos del presidente.
Justo un día antes, los mismos republicanos Cutler, de Lancaster, y Benninghoff, de Center, habían declarado inequívocamente, que los legisladores estatales no tenía autoridad para ignorar los resultados electorales certificados y nombrar a los delegados de Pensilvania al Colegio Electoral ellos mismos, a pesar de los repetidos llamamientos del presidente y algunos dentro de su propio partido para hacerlo.
"Establecería un precedente de que una mayoría simple de la Asamblea General pueda anular la voluntad del pueblo como lo demuestra el voto popular", según los líderes republicanos.
Esa declaración provocó una rápida reprimenda de los principales asesores de Trump. El abogado Rudy Giuliani les acusó en un tuit de "encubrir los crímenes demócratas" y engañar al presidente. Dijo que estaba avergonzado de ellos por "decepcionar a América".
A las pocas horas de esos ataques, Cutler, Benninghoff y los demás republicanos de la Cámara emitieron su carta instando al Congreso a bloquear la concesión de los 20 votos del Colegio Electoral de Pensilvania.
En ella, reiteraron muchas de las quejas presentadas en las impugnaciones legales infructuosas de la campaña de Trump, incluidas las disputas sobre el acceso que tenían los monitores partidistas al conteo de votos y el hecho de que algunos condados habían permitido a los votantes corregir las boletas por correo que estaban en peligro de ser descalificado.
Los firmantes de la carta no mencionaron que la elección que estaban rechazando también ayudó a su partido a ampliar su mayoría en la Cámara estatal este año.
Los expertos en leyes electorales consultados por el 'Philadelphia Enquirer' describieron como "muy improbable" el éxito de esta iniciativa, basada en una oscura ley federal sobre la certificación oficial de los resultado.
Si se presenta una impugnación a los 20 electores de Pensilvania, la Cámara de Representantes en pleno y el Senado en pleno del Congreso de Estados Unidos tendrían que debatir el tema y emitir votos por separado sobre si aceptar esa objeción. Se necesitaría una mayoría simple para que ambas cámaras lo sostuvieran.
La Cámara, controlada por los demócratas, rechazará cualquier ardid de este tipo. Y aunque los republicanos tendrán una pequeña mayoría en el Senado en el momento en que se lleve a cabo la votación, ningún senador se ha atrevido a apoyar públicamente este desafío. De hecho, el senador estadounidense Pat Toomey, republicano por Pensilvania, ya avisó rotundamente el viernes que no se opondrá a los electores de Pensilvania