Para Macron, acceso mundial a vacuna anticovid será test para nuevo multilateralismo
Para el presidente francés, Emmanuel Macron, el acceso mundial a la vacuna contra el covid-19 será un "buen test" para un "nuevo multilateralismo", pero teme que algunos países privilegien la "diplomacia de la vacuna", dice en una entrevista a la revista Grand Continent este lunes.
"La idea de bien público mundial, de tener acceso mundial a la vacuna, quiere decir que ninguno de los laboratorios que desarrolle la vacuna bloqueará el acceso a otros laboratorios de producción (...), para los países en vías de desarrollo", advierte.
La ONU, apoyada sobre todo por Europa, ha lanzado el Acelerador ACT (Act-A), mecanismo que pretende facilitar el acceso a todas las vacunas y tratamientos, y que cuenta con el dispositivo Covax de compra y distribución de vacunas.
Pero este programa, recientemente promovido en el Foro de París para la Paz, necesita 28,000 millones de dólares.
"No sé si vamos a ganar esta batalla", advierte Macron, pocos días después de los alentadores ensayos de una vacuna concebida por los laboratorios alemanes BioNTech y el americano Pfizer.
"Porque muy claramente, no estoy seguro de que todos los países tengan ganas de comprometerse en él. Veremos si China está dispuesta, si es ella la que descubre la vacuna, si Rusia está lista, si Estados Unidos está listo con la nueva administración -no es seguro con la precedente, en fin, la actual, y veremos qué hacen las empresas", advirtió.
Emmanuel Macron ve en Act-A el ejemplo de una nueva forma de multilateralismo, que además de los Estados integra también a las organizaciones internacionales, potencias regionales, fondos sectoriales, fundaciones privadas como la Fundación Bill y Melinda Gates, actores industriales y laboratorios públicos.
La gobernanza se le ha confiado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) para garantizar que no sea "el privado quien decide las reglas para todos", dice el mandatario francés.
"Ya verán, vamos a tener muchas polémicas sobre este asunto. Primero porque habrá una diplomacia de la vacuna, es decir, que cada uno va a querer enarbolar su bandera diciendo 'soy yo quien la ha encontrado'. Por lo que habrá un efecto de precipitación bajo la presión de las opiniones públicas para decir, 'tenemos la buena vacuna'. Habrá que ser muy vigilantes con esto", prosigue, reclamando la garantía del respeto de las reglas científicas.
"Son nuestros científicos de Estado que pueden decirlo y los de la OMS porque no tienen conflictos de interés", asegura en una larga entrevista editada por el Grupo de Estudios Geopolíticos, una asociación independiente domiciliada a la Escuela Normal Superior de Francia.