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Trump guarda silencio en 1era aparición pública tras derrota

El presidente Donald Trump llega a dar un mensaje en la Casa Blanca el jueves 5 de noviembre de 2020, en Washington. (AP Foto/Evan Vucci)

El presidente Donald Trump llega a dar un mensaje en la Casa Blanca el jueves 5 de noviembre de 2020, en Washington. (AP Foto/Evan Vucci)

Donald Trump pasó 10 minutos en público ayer para honrar a los veteranos de guerra de Estados Unidos, una apariencia de normalidad en una Casa Blanca que se ha quedado paralizada por un presidente derrotado que sopesa sus opciones, absteniéndose en gran medida de las labores de gobierno y bloqueando a su inevitable sucesor.

La asistencia de Trump a la ceremonia anual de conmemoración por el Día de los Veteranos en el Cementerio Nacional de Arlington fue su primer evento oficial público en más de una semana. Pasó los últimos días recluido y lanzando acusaciones infundadas de fraude electoral a través de Twitter.

El mandatario no ha hecho comentarios en persona desde que el demócrata Joe Biden aseguró el sábado los 270 votos electorales necesarios para ganar la presidencia.

Mientras tanto, sus asesores cada vez están más seguros de que sus recursos legales no alterarán el resultado de las elecciones, según siete funcionarios de campaña y de la Casa Blanca que hablaron a condición de guardar el anonimato a fin de revelar la manera de pensar del presidente y de otros miembros dentro de la residencia ejecutiva.

Antes de partir rumbo a la ceremonia solemne en Arlington, Trump recurrió a Twitter el miércoles para arremeter contra los “falsos encuestadores” y quejarse de que un comisionado municipal republicano que defendió el conteo de votos en Filadelfia no era un verdadero republicano. También intentó atraer la atención hacia un trabajador electoral en esa ciudad que se retractó de acusaciones de fraude en los comicios el martes, antes de ratificar sus señalamientos un día después.

Más tarde, Trump publicó un video desacreditado en el que supuestamente se ve a trabajadores electorales recolectando votos después del plazo establecido.

“¡Lo que ven son votos! ¿A esto ha llegado nuestro país?” denunció Trump.

A pesar de que su agenda oficial no ha tenido eventos públicos, el mandatario ha realizado varios movimientos de personal: despidió al secretario de Defensa Mark Esper e instaló a tres funcionarios muy leales en altos puestos de defensa. Su nominado como secretario interino de Defensa, Christopher Miller, fue uno de los oficiales del Pentágono que lo acompañaron en su visita a Arlington.

Algunos simpatizantes refutaron la noción de que Trump esté eludiendo sus deberes presidenciales.

“El presidente está tan activo como siempre en Twitter, y el equipo de la Casa Blanca avanza en sus prioridades de presupuesto y personal”, dijo Dan Eberhart, un reconocido donante republicano y simpatizante de Trump.

“Comprensiblemente, el presidente está enfocado en el conteo de votos, pero en algún momento pronto necesita poner de vuelta su atención a las labores de gobierno del fin de su período y ponerle el toque final a sus primeros cuatro años”, añadió.

Aunque esta semana se ha quedado tarde en la Oficina Oval en dos noches, Trump ha hecho poco en lo que respecta a gobernar y en lugar de ello ha estado efectuando llamadas telefónicas. Le ha llamado a gobernadores que simpatizan con él — en estados de tendencia republicana como Arizona, Texas y Florida — y a confidentes de los medios de comunicación conservadores que tienen influencia entre la población.

Mientras pondera sus opciones, el mandatario prácticamente ha dejado de participar en las labores diarias de gobierno de la nación: Según su calendario de trabajo, no ha asistido a ninguna reunión de inteligencia en semanas, y la Casa Blanca ha hecho poco últimamente para controlar la pandemia, que tiene a muchos estados con los niveles más elevados de casos registrados.

La resistencia del presidente a reconocer el desenlace de la contienda ha provocado un estancamiento en el proceso de transición. El director de la Administración General de Servicios, nombrado por Trump, se ha abstenido de certificar a Biden como ganador de los comicios.

Dicha certificación — conocida como verificación — liberaría dinero para la transición y despejaría el camino para que el equipo de Biden comience a colocar personal de transición en las agencias federales.

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