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Eta sale de Cuba y amenaza con inundaciones a La Habana en su rumbo a Florida

Dos personas protegidas con sombrilla por la lluvia cruzan la avenida del malecón tras el paso de Eta hoy, en la Habana (Cuba). EFE/ Ernesto Mastrascusa

La tormenta tropical Eta se desplaza este domingo por los mares al noroeste de Cuba en su trayecto hacia Florida, en Estados Unidos, con la amenaza de provocar inundaciones en el litoral de La Habana, después de atravesar el centro de la isla, donde las intensas lluvias dejaron daños que se evalúan.

En las provincias centrales Sancti Spíritus y Ciego de Ávila se han reportado daños en centenares de viviendas y cultivos agrícolas y la interrupción del servicio eléctrico para unos 180.000 clientes, según informes preliminares citados por la estatal Agencia Cubana de Noticias (ACN).

Además, han quedado incomunicadas algunas localidades afectadas por las inundaciones ocasionadas por la crecida de varios ríos en esas regiones, donde más de 74.000 personas residentes en viviendas en mal estado o zonas con peligro de inundaciones fueron protegidas en casas particulares y centros de evacuación estatales.

Eta salió de Cuba por las cercanías de la localidad de Punta Alegre, situada en la costa norte de Ciego de Ávila, muy próxima al límite con la provincia vecina de Sancti Spíritus, y en este momento mantiene vientos de 100 kilómetros por hora con rachas superiores, se mueve a una velocidad de 22 kilómetros por hora, de acuerdo con recientes boletines meteorológicos.

Durante su tránsito de sur a norte por el centro de Cuba, la tormenta se debilitó, pero ahora, mientras se aleja, sigue arrojando fuertes precipitaciones sobre la isla y se prevé que en su avance por los mares del norte y hacia el oeste se fortalecerá y podría convertirse en un huracán al final de la próxima madrugada.

Los especialistas y las autoridades cubanas afirman que el mayor impacto de Eta en Cuba han sido las bandas de lluvias que lleva asociadas y consideran este un elemento peligroso por la saturación de los suelos en algunas zonas.

En las últimas 24 horas más de 70 puntos de la red del Instituto de Meteorología y el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos cubanos reportaban precipitaciones por encima de los 100 milímetros por metro cuadrado, de ellos 9 por encima de los 200 milímetros.

Las proyecciones indican que en las próximas horas el fenómeno meteorológico mantendrá un rumbo próximo entre el norte y el norte noroeste, inclinando desde esta noche su trayectoria hacia el oeste cuando se dirigirá al estrecho de la Florida.

En el litoral norte de occidente y centro, incluyendo el área del litoral norte de La Habana, se prevén fuertes marejadas con altura de olas de entre 3 y 4 metros, que comenzarán a generar inundaciones costeras moderadas al final de esta jornada.

Las inundaciones costeras previstas en todo lo largo del Malecón representan el principal riesgo ante el paso de Eta por los mares al norte de la capital cubana, donde se han evacuado a personas que viven en zonas bajas propensas a las penetraciones del mar o a la acumulación del agua de las lluvias.

Entre las disposiciones adoptadas se ha informado de la suspensión de las actividades docentes este lunes, así como la reducción de la circulación del transporte público para disminuir la movilidad de las personas en medio de esta contingencia climatológica.

El último aviso de ciclón del Instituto de Meteorología cubano ubicó el centro de la tormenta a unos 180 kilómetros al este nordeste de Punta Hicacos, en la provincia occidental de Matanzas, y a cerca de 210 kilómetros al este sudeste de su próximo destino, la localidad estadounidense de Cayo Hueso, en Florida.

Eta tocó tierra en Cuba la pasada madrugada después de golpear con fuerza Centroamérica donde ha dejado tras su paso muertos, desaparecidos, miles de afectados, casas, vías y cultivos arrasados.

Este fenómeno natural ingresó por Nicaragua con la fuerza de un huracán de categoría 4 en la escala Saffir-Simpson (de un máximo de 5), luego pasó a ser una tormenta tropical en camino hacia Honduras hasta salir como depresión el jueves y también afectó a Guatemala, Panamá y el sureste de México.